El diario plural del Zulia

Apátrida, por Humberto Rivera

Les cuento la angustia que sufrí cuando comenzó a difundirse la noticia de que el presidente Maduro era Colombiano, porque además de la injerencia que en el Gobierno tienen los cubanos; la guinda de la torta es que un colombiano sea nuestro Presidente.

No disiparon mi duda las múltiples partidas de nacimientos apócrifas que aparecieron y que daban fe de los muchos lugares de Caracas y de otras ciudades del país donde había nacido.

No disipó mi duda cuando ocurre la tragedia de la frontera colombo-venezolana, donde fueron expulsados naturalizados colombianos en Venezuela y deportados, exponiéndolos a esos caminos inseguros, haciéndolos pasar hambre, separando madres de sus hijos lactantes y muchas crueldades que en su oportunidad fueron descritas en la prensa nacional e internacional.

Me dije que alguien que trate a sus conciudadanos así no puede ser colombiano, aunque a pesar de estos horrores, no son nada comprables con el maltrato continuado que nos ha dado a los venezolanos y nos ha llevado a esta desolación en la que hoy nos encontramos y me pregunto: ¿Será que es apátrida? O ¿Será que él es así?, pero de ser así, no califica para ser Presidente de ninguna nación y menos de Venezuela donde han nacido tantos hombres nobles, ilustres y sinceros.

Ahora cuando sus secuaces casi habían desvanecido la duda de su nacionalidad, ellos mismos por las abrumadoras pruebas presentadas han caído en cuenta de que éste supuesto es verdad que el Presidente efectivamente es colombiano y ante esta realidad y para curarse en salud, el ladino e inconstitucional Tribunal Supremo de Justicia, valiéndose de la similitud de otro caso donde un joven con múltiple nacionalidad legisle y determina que toda persona con múltiple nacionalidades, entre ellas la venezolana, pueda ejercer legalmente cualquier cargo incluyendo la Presidencia.

Como ya nos tienen acostumbrado con esta férrea dictadura, si el TSJ determina y aprueba una resolución por muy inconstitucional que sea, es de obligatorio cumplimiento y si ahora es legal que un colombiano pueda ejercer la Presidencia, yo hubiera preferido que nos prestaran a Álvaro Uribe.

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