El diario plural del Zulia

En el aniversario de Facultad de Arquitectura y Diseño, por Judith Aular de Durán

Un hombre de ideas de avanzada, como lo fue el Rector Antonio Borjas Romero, junto a baluartes académicos, impulsó en 1960 la creación de la Escuela de Arquitectura, en principio adscrita a la Facultad de Ingeniería.

Pero luego, en enero de 1963, con el liderazgo del Decano Pionero, Miguel Casas Armengol, se establece la propuesta definitiva de la Facultad de Arquitectura y Planificación, con un proyecto académico genuino y apegado al ejercicio profesional del arquitecto y del urbanista.

En sus primeros años, la Facultad contó con el talento y el apoyo de un maravilloso grupo de docentes, en su mayoría provenientes del Sur, de Chile, Uruguay y Argentina, además de profesores que vinieron de Colombia y por supuesto de otras regiones de Venezuela.

Ese equipo original tuvo la inmensa responsabilidad de formar a la primera cohorte estudiantil, conformada por 190 alumnos que egresaron en 1966.

La naciente Escuela de Arquitectura, lejos de ataduras y resistencias, se conformó como un proyecto académico flexible, con destacados decanos y decanas que dieron continuidad a la obra de Casas Armengol y que supieron amoldar el crecimiento de la Facultad, a las exigencias de la sociedad y de la profesión.

Con el paso de las décadas, Arquitectura dejó de ser aquella pequeña familia para transformarse, con nuevos enfoques didácticos, en función de los desafíos de la arquitectura y el desarrollo urbano.

Hoy el prestigio de la Facultad de Arquitectura y Diseño (FAD), con la guía de la decana Susana Gómez Arvelo y un valioso equipo gerencial, se proyecta más allá de las fronteras, alcanzando la acreditación internacional por parte del Sistema Arcu-Sul, responsable de supervisar la calidad educativa ante el Mercosur.

La cosecha académica en estos 54 años ha sido generosa. Estoy segura que gracias a la superación de docentes, estudiantes y trabajadores, la FAD seguirá avanzando en líneas estratégicas para el país, con respuestas al problema integral de la vivienda y a la consolidación de servicios urbanos y rurales en cada región.

No tengo dudas que la FAD seguirá abonando ganancias en esta historia universitaria destinada a generar ciencia, tecnología y saber a disposición de todos. No hay otro camino, sigan trabajando con visión de futuro. ¡Éxitos!

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