El diario plural del Zulia

Actuemos con prontitud: ¡Ya basta!, por Jorge Sánchez Meleán

Venezuela, sin duda alguna, se reafirma cada día como un país con un Estado Autocrático, donde el Poder se degrada permanentemente, en medio de un proceso creciente de abolición de la soberanía popular, que nos está aislando del resto del mundo. Una falsa “revolución” ha acabado con los avances logrados en cuarenta años de democracia, con sus luces y sus sombras, que hoy muchos añoran.

Esta “revolución”, como otras del pasado, al decir de las palabras premonitorias de Luis Level de Goda en 1893, “no han producido en Venezuela sino el caudillaje más vulgar, gobiernos personales y de caciques, grandes desórdenes y desafueros, corrupción y una larga y horrenda tiranía, la ruina moral del país y la degradación de un gran número de venezolanos”.

Es esto en grado superlativo lo que ocurre en este país, ciento veinticuatro años después que el destacado militar, político e historiador cumanés, lo afirmara en su Historia Contemporánea de Venezuela. Al Poder se le degrada cuando se le divorcia de la ética. Cuando en su nombre, se violan la Constitución y las leyes. Cuando, amparándose en él, se irrespetan los Derechos Humanos y se cometen los mayores desafueros. Cuando se le utiliza para cohonestar la corrupción y encubrir a los culpables, en medio de la mayor impunidad. Se degrada el poder cuando se provoca el caos y la anarquía, que son la antítesis del bienestar y el progreso. Y el colmo de esta degradación, es la pretensión de abolir la soberanía popular, impidiendo o entorpeciendo todo proceso electoral en que esta pueda manifestarse.

En consecuencia, llegó la hora de enfrentar a este régimen autoritario, autocrático, militarista y de vocación totalitaria, con una inteligente estrategia democrática. Nuestro gran reto es crear los mecanismos que inculquen los valores democráticos en los ciudadanos, para que sea la sociedad la que vigile al estado y no lo contrario, en un país en el que existan visiones plurales, pero donde se garantice la convivencia con igualdad de oportunidades.

Pero debemos actuar con rapidez, para que no nos ocurra con esta autocracia totalitaria, lo que Nicolás Maquiavelo decía que ocurría con la tuberculosis, que “al principio, el mal es difícil de reconocer y muy fácil de curar, pero con el transcurso del tiempo, al no haber sido atajado ni combatido, el mal se hace cada vez más fácil de reconocer, aunque también cada vez más difícil de erradicar.

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