El diario plural del Zulia

Actitud en la vida, por Padre Jaime Kelly

Con este texto bíblico quiero compartir con ustedes acerca de la importancia de nuestra “actitud ante la vida”. Una actitud positiva nos llena de fuerza, de ánimo, de esperanza y alegría para luchar y sonreír ante la adversidad. Una actitud negativa, nos debilita, nos entristece y nos desarma para luchar, experimentando de antemano la derrota.

La siguiente reflexión que les comparto, nos puede ilustrar lo que representa el tener una actitud positiva, y así podamos aplicarla en nuestra vida, para mantener y expresar siempre la alegría de vivir: “Una mujer muy sabia se despertó una mañana, se miró al espejo, y notó que tenía solamente tres cabellos en su cabeza. –¡Hmmm¡– pensó, ‘Creo que hoy me voy a hacer una trenza’. Así lo hizo y pasó un día maravilloso. El siguiente día se despertó, se miró al espejo y vio que tenía solamente dos cabellos en su cabeza. –¡Hmmm!– dijo, ‘Creo que hoy me peinaré de raya en medio’. Así lo hizo y pasó un día grandioso. El siguiente día, cuando despertó, se miró al espejo y notó que solamente le quedaba un cabello en su cabeza. ‘Bueno’ –se dijo– ‘ahora me haré una cola de caballo’. Así lo hizo, y tuvo un día muy, muy divertido. A la mañana siguiente, cuando despertó, corrió al espejo y enseguida notó que no le quedaba un solo cabello en la cabeza. ‘¡Qué Bien!’, exclamó, ‘¡Hoy no me tendré que peinar!’”

Hermano, tu actitud es todo ante la vida. No podemos escondernos y esperar a que la tormenta pase, ni siquiera tan sólo, abrir el paragua, para que todo resbale.

Hemos de aprender a vivir la vida. Hemos de alegrarnos cada mañana, agradeciendo a Dios por su Misericordia y expresándole, nuestra confianza en Él, con la seguridad que nunca seremos defraudados.

Hemos de sonreír en nuestro andar, porque cada persona que te encuentras en tu caminar, tiene sus problemas y tu sonrisa, la ayudará.

Nos dice la Palabra, además: “En cualquier circunstancia recurran a la oración y a la súplica, junto a la acción de Gracias, para presentar, sus peticiones a Dios. Entonces, la paz de Dios, que es mucho mayor de lo que se puede imaginar, les guardará su corazón y sus pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, fíjense en todo lo que encuentren verdadero, de noble, de justo, de limpio; en todo lo que es fraternal y hermoso, en todos, los valores morales que merecen admiración y alabanza” (Fil. 4, 6-8).

Para mantener una actitud positiva, nos invita la Palabra a la Oración, primero en Acción de Gracias, y luego en súplica, y así guardaremos nuestros pensamientos en la Paz de Dios y podremos valorar todo lo fraternal y hermoso que nos rodea y así sonreiremos ante la vida, como nos dice un hermoso proverbio: “No llores cuando el sol se oculte, que las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”.

En su reciente viaje a México el Papa Francisco le dijo a los jóvenes: “la esperanza nace cuando se puede experimentar que no todo está perdido. Yo creo en Jesucristo y por eso les digo esto: Él es quien renueva continuamente en mí la esperanza.. Es él quien continuamente me invita a convertir el corazón. Y el único que me puede tener bien fuerte de la mano es Jesucristo”. Ánimo, fe, confianza, esperanza y alegría.

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