El diario plural del Zulia

13 razones por qué, por León Sarcos

Análisis serio de la serie de Netflix

Esta serie, por el impacto emocional de su temática central —el suicidio adolescente en la clase media urbana estadounidense—, lo bien lograda y la calidad de las actuaciones, marca un antes y después de este tipo de series juveniles. No en vano ha encendido la alarma entre médicos pediatras y opinión pública sobre la pertinencia de su exhibición.

Me gusta el tratamiento descarnado que hacen del tema, que muchos conocen y casi todos por diferentes motivos ignoran, y, los colaterales: el acoso en sus múltiples formas, sexual, familiar, escolar; los conflictos originados por la comunicación digital;los avatares del proceso de socialización; y los desencadenantes de una etapa de la vida plena de hedonismo.

En mi caso, me mueve a escribir estas líneas sobre la mencionada serie y la etapa adolescente el haber despertadoella en conciencia la evocación de la mía. Un breve estudio comparativo de la ambientación de mi generación y el entorno de la presente, que sirve de referencia a 13 razones, puede ser útil para explicar en parte, mas no para justificar, las causas del porqué esta última podía ser más propensa al suicidio. Por otro lado, en todo el conjunto de experiencias malogradas que hacen posible el desenlace de la tragedia de Hannah Baker, tiene papel protagónico la atención, comunicación y solidez de la familia, y la pedagogía, la vigilancia y la vigilia del profesor.

Pertenecemos nosotros y nuestros descendientes a dos momentos históricos diferentes. Fuimos hijos dela Guerra Fría —la disputa por la hegemonía mundial entre el occidente capitalista y cristiano y los países de la órbita comunista, regidos por el ateísmo marxista— y la rebelión de los sesenta, que representó una verdadera revolución en el plano de los valores ciudadanos y de las costumbres. De alguna manera mis referencias son las ideologías y el romanticismo que sacudió al planeta con nuevos hábitos, visiones, formas y maneras de entender el mundo y disfrutar la vida. Venimos de la confrontación y estamos hechos para confrontar; venimos de una era de dificultades y nuevas edificaciones institucionales y políticas; por eso fuimos hechos, como los rústicos, para todo terreno.

Nuestros hijos tuvieron en la caída del muro de Berlín y la consolidación y ampliación de Internet en los 90, en la globalización de la economía, en la revolución de las comunicaciones y en la sociedad del conocimiento sus referentes. Son hijos del pragmatismo, las nuevas tecnologías, de la ciencia y de la sociedad virtual. Por lo tanto, tienen una manera diferente de ver, entender y sentir el mundo. Fueron hechos para la paz, el cambio y el confort duradero que ganaron sus antecesores.

Nuestros portaestandartes de lucha eran la democracia, los derechos humanos y los derechos civiles y creo que como expresión de la sociedad moderna lo logramos.El mundo de nuestros hijos es un mundo en constante transformación, el mundo, según MoisésNaim, de las tres grandes revoluciones: la del más, la de la movilidad y la de la mentalidad.

Esas revoluciones han creado una realmente más peligrosa, sino se maneja con tino e inteligencia: la revolución de las expectativas. Pues ellas crecen mucho más rápido en cantidad y calidad en las distintas sociedades, y la capacidad de los liderazgos no tiene posibilidad de satisfacerlas, porque el hombre de hoy puede ser dualmente objeto y sujeto,mediante las tecnologías, de casi todas sus maquinaciones y deseos.

Sygmund Bauman analiza muy bien estos dos contextos en su brillante libroLa Vida líquida. En el pasado vivíamos en un mundo predecible y controlable, uno sólido; ese era el nuestro, regido por la rutina, la visión a corto plazo, las costumbres y las colectividades. En el presente la vida está determinada por los conceptos de fluidez, cambio, flexibilidad y adaptación.

Las características de las personas que hacen vida liquida han sido bien definidas por el economista francés Jackes Attali:…Su riqueza proviene de un activo portátil. Su conocimiento de las leyes del laberinto. Les encanta crear, jugar y estar en movimiento. Viven en una sociedad de valores volátiles, despreocupados ante el futuro, son egoístas y hedonistas….Sobre todo, son más individualistas. No cabe duda de que nosotros luchamos en términos generales contra la excesiva presencia del Estado; hoy estamos obligados a regular la tendencia al absoluto dominio de lo individual o privado y a rescatar mucho de lo público que cuestionamos ayer.

El joven en el mundo de hoy ha sido criado como intocable gracias a la conquista de derechos humanos y civiles, que impiden que se le reprima incluso moderadamente. Usted puede hacerlo a costa de que el niño, tal cual pequeño monstruo, en uso de sus derechos le amenace con denunciarlo a las autoridades, y eso en el mundo subdesarrollado donde la ley asusta, pero no somete, ha creado vacíos de autoridad que los padres muchas veces no saben cómo encarar o resolver.

No me cabe duda de que los hijos de padres con ese perfil —en un mundo donde se han impuesto el terrorismo, la violencia en sus diferentes formas, los ilícitos, han aumentado religiones y sectas y la muerte es contemplada más cerca que ayer—, el suicidio sea una solución a la mano cuando las cosas no salen bien y se encadenan malos momentos, alimentados de manera natural por el entorno.

La generación que sirve de modelo de vida adolescente en 13 razones, como la mayoría de clases media del mundo, habitantes de la democracia liberal, son juveniles expresiones de la vida liquida. Es decir, son una juventud marcada por la velocidad sorprendente de los cambios, las expectativas no satisfechas y el exceso de individualismo.

En cuanto a las 13 razones porqué, debo comenzar diciendo que el acoso o bullying, en sus diferentes manifestaciones, constituye el pilar fundamental de las causas que desencadenan el drama. Hay bullying desde que malintencionadamente se hacen públicas en la red las fotos del primer encuentro amoroso de la protagonista con Justin, un joven proveniente de un hogar disfuncional. Hay acoso y utilización perniciosa de la comunicación digital por parte de Tyler, el aprendiz de fotógrafo, a su vez acosado por el grupo dominante cuando de nuevo hace publicas imágenes insinuando posible lesbianismo de Hannah y Courtney.

Hay condiciones propicias para el desenfreno, la violación y la violencia sexual en hogares de padres con largas ausencia, por razones de trabajo y generalmente despreocupados por la cotidianidad, la parte del quehacer juvenil, que debe ser más celosamente cuidada durante esta preciosa fase de la vida.  Y hay por otro lado un perverso manejo de la comunicación digital y muchos desencuentros, interpretaciones erróneas de sucesos por no compartir y desconfianza para comunicar a su entorno familiar y a sus profesores, especialmente a su consejero, que la mayor parte de las ocasiones, da la impresión de no estar capacitado para lidiar con tan altas responsabilidades.

Por otro lado, mi modesta experiencia en la primaria y la secundaria me dice que existen tres grupos primarios en un salón de clase: los sobresalientes extrovertidos, el rebaño, y un tercer grupo, que incluyea los disminuidos y a los distinguidos silentes.

Los primeros son el grupo de Bryce, Justin,  Zach, Courtney y otros, aparentemente los más destacados del curso por notas o actividades extracátedra, como el deporte, y los infiltrados que pueden no ser ni lo uno ni lo otro, pero saben adular, son simpáticos y obedientes.A este grupo primario pertenecen parte de los triunfadores y los guías, pero también la mayoría de los atacantes y acosadores. Atribuyo sus tendencias a causar zozobra, asedio, hostigamiento, humillación, daño moral, físico y hasta espiritual, en fallas en la educación familiar, desajustes o desintegración familiar, traumas personales en la niñez y desequilibrios psicológicos en unos u otros.

Luego está el rebaño, del cual forman parte la mayoría que solo se ven cuando pasan frente a la pantalla o están concentrados en el salón; se acompañan entre ellos; como son mayoría, nadie los toca ni puede desafiar o amenazar, pues no tienen registros, no compiten. Aparentemente no sufren ni se quejan ni tienen observaciones sobre nada; a duras penas, como en la hípica, hacen el gasto de la carrera. Estos serán los fundadores de los hogares convencionales que hacen posible la sobrevivencia de la familia como institución y de la sociedad en su conjunto.

En última instancia, están los disminuidos por diversas razones, y los distinguidos silentes; en este grupo encajan Clay, Tyler, Tony y Hannah. En mi opinión, aquí está concentrada una fracción de la verdadera inteligencia del futuro y por múltiples razones son aquellos sujetos a recibir el bullying con mucha más vehemencia que los demás, pues aquí están los diferentes, los realmente originales, los que más horizonte tienen, los más sensibles, los más críticos, los de alma más generosa. Son hijos de buenas familias, pero sus cualidades de sensatez, en el término de 8thsense, les vienen de atrás, por razones genéticas y por otras más complejas y desconocidas.Son los más incomodos, pues sus virtudes no son exhibidas frente a los atacantes, pero sí percibidas por aquellos.

En cuanto a Hannah Baker, de las trece razones que se esgrimen como causales del suicidio, considero cinco realmente importantes; las otras podrían ser relleno para alargar, rellenar un guión y continuar captando audiencia. Estascinco razones serían la fotografía del primer beso y su distorsión; la otra fotografía, tomada por Tyler y también difundida en la red; la presencia casual en la violación de Jessica y la ignorancia de su confesión; la violación por parte de Bryce y la incapacidad del Sr.Porter para lidiar con su rol de consejero.

La personalidad de Hannah Baker podría constituir un atenuante en sí, por su dificultad para comunicarse y expresar claramente sus sentimientos.  Ella pudiera padecer un trastorno psicológico conocido como alexitimia: incapacidad para leer e identificar las emociones, provocada por un trastorno en el aprendizaje emocional o por una lesión cerebral. Es decir, es la imposibilidad de hacer corresponder las acciones con las emociones, como en el momento cuando es sometida sexualmente por Bryce, cuando no grita para pedir auxilio, pero tampoco manifiesta dolor ni placer. Ella y Clay son dos personalidades especiales, observadores, inteligentes, creativos y críticos; especialmente Hannah sobresale por su enorme capacidad de observación, una gran sensibilidad que la hace inclinarse a la poesía y una fragilidad casi enfermiza para socializar.

No hay duda de que 13 razones es una serie con muchos ángulos que atender. De lo que estoy plenamente convencido, y en ello intento enfatizar, es en la importancia vital de la familia como pilar fundamental de la sociedad y epicentro de la atención de los responsables de velar por la salud mental, física y espiritual de los que en ella habitan, especialmente de los más pequeños.

No importa que sea una familia más allá de la convencional, de lesbianas, homosexuales, transexuales o cualquier otra forma de convivencia entre parejas de laheterogénea y compleja sociedad actual. De su solidez amorosa y sus valores, de la óptima planificación del tiempo, de los niveles de información que manejen sobre la escuela y el entorno los padres, la buena comunicación entre sus miembros y la observación inteligente, que no se confunda con el acoso, dependerá en gran parte la sanidad mental, física y espiritual de los más vulnerables: los jóvenes

El otro soporte vital, que garantiza la buena y sana convivencia en la preparatoria o en el liceo, depende principalmente de la conducta profesoral, su ojo clínico, fruto de una buena pedagogía para transmitir y captar. Un profesor bien formado y pertrechado con buenas herramientas de conocimiento y sensibilidad es un águila para detectar conjuras, desviaciones, abusos y ultrajes de los más fuertes. Es el primer psicólogo que conocen los alumnos en grupo. Sabe observar, sin que nadie se sienta coaccionado e intimidado, y no ha de temer a la masa; es un líder; su papel es controlarla, ordenarla, orientarla, motivarla e inducirla a crecer y vencer. En la sabia capacidad de observar está gran parte de la garantía de éxito del que enseña, pues él mismo puede percatarse de si tiene buen oído en su alma, donde está fallando y donde está acertando.

Por eso puede ser tan incompetente el Sr. Porter: es más un seguidor que un inteligente observador. Siempre aparece, pero nunca está; siempre intuye, pero no da con qué; no tiene ni carácter ni fuerza ni grandeza para orientar y ayudar a resolver. Es un hombre de la casa, con tantos problemas elementales como los padres más ocupados y enrollados; realmente no tiene tiempo para estudiar y observar a su rebaño. Necesita el poder y el conocimiento de un psicólogo clínico especializado en adolescentes.

Hay una frase de Bauman, de La vida líquida, que me seduce y que estamos obligados a entender y asimilar:Dada la velocidad de los cambios, la vida consiste hoy en una serie inacabable de nuevos comienzos, pero también de incesantes finales. Entre las artes del vivir moderno líquido y las habilidades necesarias para practicarlas, saber librarse de las cosas prima sobre saber adquirirlas. No importa, pienso, que una de ellas sea la propia vida.

Este final puede lucir simplificador para los maniqueistas, pero estoy convencido de que, en la inteligente y aguda observación de padres, profesores, amigos y consejeros, y su habilidad para manejar los instantesde exaltación y las pausas de silencio, están gran parte de los insumos para proceder a tiempo y evitar tragedias como la de Hannah Baker o Anita Pérez.  Siempre he dicho que los ojos de un observador paciente, riguroso y perspicaz, pueden hacer, si se cultivan, de vigilantes de Dios.

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