El diario plural del Zulia

Venezuela y Nicaragua: mezcla de corrupción y migración

Venezuela vio crecer la ruptura social que se registra desde que el chavismo logró el poder hace 20 años y que en 2018 se agravó por una situación económica que la sociedad ya no soporta

América Latina ardió en 2018: Venezuela y una hiperinflación desbordada; Nicaragua con cientos de muertos en protestas opositoras; casos de corrupción, como el de Odebrecht que lejos de ceder mostró más tentáculos; y un tipo de migración inédita de Centroamérica a Estados Unidos, que amenaza con repelerla por la fuerza.

Casos en los que “el hilo conductor es un problema de debilidad del Estado de Derecho” en la región, como explicó a EFE el exvicepresidente costarricense Kevin Casas Zamora, director de Analítica Consultores e investigador de Diálogo Interamericano.

Por un lado, Venezuela vio crecer la ruptura social que se registra desde que el chavismo logró el poder hace 20 años y que en 2018 se agravó por una situación económica que la sociedad ya no soporta.

Desabastecimiento de comida y medicinas que el Gobierno achaca a una “guerra económica” y una hiperinflación que, según el FMI, será este año de 2.500.000 %, unido al irremediable enfrentamiento entre oficialismo y oposición.

Un explosivo cóctel que ha llevado – según la ONU – a unos 2,3 millones de venezolanos a abandonar el país, de los que cerca de 1 millón están en Colombia (con campamentos improvisados en Bogotá) y cientos de miles más en Brasil (ataques xenófobos de por medio), Perú (intentos legales por limitar su entrada), Ecuador y Chile.

“La epifanía de la dictadura en Venezuela y Nicaragua ha venido a estallarles en las manos a las sociedades latinoamericanas“, aseguró a EFE el internacionalista Enrique Serrano, catedrático de la Universidad del Rosario de Bogotá.

Esto en referencia a lo vivido en Nicaragua desde abril pasado, cuando protestas contra unas fallidas reformas económicas convertidas en pedidos para que Daniel Ortega deje el poder después de once años fueron respondidas con mano dura.

Entre 325 y 545 muertos según organizaciones humanitarias o 199, según el Gobierno, que dice que frustró un intento de “golpe de Estado”. Además, 610 “presos políticos” o 273 reos “terroristas”, dependiendo de la fuente.

Dos crisis ante las que no “hay ninguna salida obvia. Una de las cosas que han quedado claras en el último año, sobre todo en Venezuela, es la tremenda impotencia de la comunidad internacional para cambiar el rumbo autodestructivo de estos países que se vuelve regional”, agregó Casas Zamora.

Además, ante la denunciada persecución a los opositores, muchos han huido de Nicaragua, especialmente hacia Costa Rica, con una “alta posibilidad de que en el futuro cercano se desate una crisis migratoria”, comentó a EFE Marcelo Pisani, director regional de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe.

Crisis migratoria que ya vive un capítulo explosivo desde que el 19 de octubre unas 9.000 personas empezaron a salir en caravanas desde Honduras, El Salvador y Guatemala hacia EE.UU., tras cruzar fronteras comunes y México.

Lea también
Comentarios
Cargando...