El diario plural del Zulia

Trump: la relación entre EE.UU. e Israel nunca ha sido tan buena

El mandatario estadounidense señaló que "podría" viajar a Jerusalén para la inauguración de la nueva embajada

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió este lunes que podría viajar a Jerusalén en mayo para la inaugurar la nueva embajada estadounidense, y afirmó que la relación con Israel "nunca ha sido tan buena" como lo es en la actualidad.

Trump recibió este lunes en la Casa Blanca al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para un encuentro entre dos aliados acosados por la justicia de sus respectivos países.

Al ser consultado por la prensa si pensaba viajar a Jerusalén para la inauguración de la nueva embajada, Trump dijo que "podría" hacerlo.

"Estamos analizándolo. Si puedo hacerlo, iré. Podría ir. Hablaremos de eso y otros temas", declaró Trump mientras a su lado Netanyahu no lograba esconder su satisfacción.

"Israel es muy especial para mí. Es un país especial, gente especial, y espero poder estar (en la inauguración de la embajada). Estoy muy orgulloso de la decisión" de mover la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, aseveró el mandatario.

La inauguración de la nueva embajada está programa para coincidir con el 70º aniversario de la declaración de independencia de Israel.

En al Salón Oval de la Casa Blanca, Netanyahu no escatimó elogios a Trump, a quien comparó con figuras históricas como Ciro el Grande, Lord Arthur Balfour o el expresidente estadounidense Harry Truman.

- Viaje controvertido -

Un eventual viaje de Trump a Jerusalén sería un gesto evidente de la solidez de las relaciones entre Estados Unidos e Israel, pero también tiene todos los elementos para convertirse en una pesadilla diplomática ante el riesgo real de enfurecer a aliados árabes de Washington.

Israelíes y palestinos reclaman a Jerusalén como su capital, y el gesto de Trump de mover la embajada desde Tel Aviv generó un inusual voto de repudio por parte de 128 países en la Asamblea General de la ONU en diciembre.

Sin embargo, más allá de la calidez del encuentro entre Trump y Netanyahu, los problemas domésticos de ambos se mantuvieron a la vista de todos.

Apenas horas antes de la llegada de Netanyahu a la Casa Blanca se confirmó que un exauxiliar aceptó ser convocado como testigo en un caso por corrupción que pone en peligro la continuidad del premier en su cargo.

Siguiendo una tendencia impuesta por el propio Trump, Netanyahu pasó a calificar de "noticias falsas" todas las denuncias por corrupción en su contra.

Es el mismo gesto que Trump ha adoptado contra las persistentes denuncias sobre la alegada colusión con Rusia durante la campaña electoral para las presidenciales de 2016.

"Pienso que son asociados ideológicos, una ideología populista y conservadora que se dice enfrentada a las viejas élites liberales", exclamó Gayil Talshir, especialista en ciencia política en la Universidad Hebrea de Jerusalén.

En su encuentro a puertas cerradas con Trump y en contactos con grupos de apoyo a Israel, Netanyahu pretende concentrarse en Irán, al que considera el mayor enemigo de Israel.

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