Supremo brasileño derriba decisión judicial que impidió la privatización de Eletrobras
Un magistrado del Tribunal Supremo de Brasil derribó este viernes una decisión judicial que suspendió la privatización de la eléctrica Eletrobras, la mayor empresa de energía del país.
El juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes dejó sin validez una medida cautelar dictada por un juez del estado de Pernambuco, la cual paralizó un decreto firmado por el presidente Michel Temer que autoriza la privatización de Eletrobras.
La decisión de De Moraes, exministro de Justicia de Temer, atiende a una reclamación realizada por la Cámara de los Diputados de Brasil el pasado 15 de enero y permite de nuevo al Gobierno continuar con sus estudios para privatizar la estatal.
El pasado 11 de enero, el juez Cláudio Kitner, de Pernambuco (noreste), paralizó el decreto y señaló en su decisión que "nada fue apuntado por el jefe del Poder Ejecutivo (Temer) para justificar la urgencia en la adopción de un decreto (...) que altera de forma sustancial la configuración del sector eléctrico nacional".
No obstante, la Cámara de los Diputados, que deberá analizar el proyecto de ley para la privatización de Eletrobras, respondió la decisión del juez y argumentó que la urgencia del decreto se justifica en medio de un "contexto de adecuación fiscal de las cuentas públicas".
El Gobierno brasileño espera recaudar 12.200 millones de reales (unos 3.812 millones de dólares) con la privatización de la eléctrica, lo que permitiría un aumento de capital en los debilitados cofres públicos del país.
Eletrobras es la mayor empresa de energía del país y el Gobierno decidió incluirla en un vasto plan de privatizaciones y concesiones, que se extiende también a terminales aeroportuarias, autopistas, líneas de transmisión eléctrica y otras sociedades públicas.
La venta del control de Eletrobras, que gestiona la generación, transmisión y distribución de electricidad en Brasil, fue anunciada a mediados del año pasado en el marco de un severo programa de ajustes destinado a acabar con el crónico y elevado déficit fiscal.
El sector público brasileño cerró 2017 con un déficit de 110.580 millones de reales (35.104 millones de dólares), una cifra equivalente al 1,69 % del producto interior bruto (PIB) del país.
