Residentes de Luisiana comienzan la limpieza al retroceder las aguas
Las zonas inundadas se reducían el miércoles en el sur de Luisiana, luego de días de lluvias diluvianas que aislaron vastas regiones del estado, provocando la muerte de 11 personas y daños a más de 40.000 hogares.
Los residentes se abocaban a despejar de desechos sus viviendas en muchos barrios y evaluaban los daños dejados por las fuertes y persistentes lluvias que sacaron a los ríos de su cauce, inundando zonas residenciales.
"Cuando se tiene una tormenta sin nombre, si no es una tormenta tropical o un huracán, mucha gente subestima el impacto que pueda tener", dijo el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, el martes.
El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que las aguas volverán a su nivel inferior a inundación más tarde el miércoles o a más tardar el viernes, según las zonas.
En Walker, una ciudad de 6.000 habitantes situada al este de la capital Baton Rouge, se amontonaban los enseres frente a las casas afectadas por la inundación, mientras los residentes intentan hacer habitables nuevamente sus viviendas.
"Más del 75% de nuestro condado ha sido afectado por esto", dijo Jason Ard, Sheriff de Livingston Parish, una localidad de unos 130.000 habitantes, situado al este del río Misisipi.
"Es algo que llevará meses y meses para recuperarse".
Según las autoridades, cerca de 40.000 viviendas han sido afectadas y más de 8.000 personas se encuentran en refugios, especialmente en Baton Rouge.
Mientras las aguas bajaban en las partes norte y oeste de las zonas inundadas, otras áreas proseguían en estado de emergencia activa, según detalló el gobernador.
"Mucha gente aún está sufriendo", agregó. Alrededor de 34.000 hogares permanecían sin electricidad en la noche del martes, en un período como el actual particularmente caluroso y húmedo.
El presidente estadounidense Barack Obama ya había declarado el estado de catástrofe natural, que permite otorgar fondos federales de emergencia para financiar la ayuda a las víctimas.
La Cruz Roja Estadounidense lanzó una campaña de donaciones para las víctimas de las inundaciones y desplegó 67 vehículos para la emergencia, dijo un portavoz, Patrick Pannett a una cadena local.
"Esperamos la llegada de miles de personas" a recibir ayuda, afirmó Pannett.
La cantante Taylor Swift donó un millón de dólares, afirmando que el desastre es "descorazonador".
