El diario plural del Zulia

Renato Barrera, dueño de Chimuelo, tiene 26 mascotas más

Renato se crió en el campo y desde pequeño mostró su amor por los animales. Su pasión es tal que asegura con firmeza que quiere ser veterinario

El entierro del perico Chimuelo ha dado la vuelta al mundo y su dueño Renato Barrera, un chileno de 13 años, es ahora toda una celebridad.

El pasado 7 de enero, el joven publicó en su cuenta de Facebook un video del último adiós de su mascota, quien falleció, al parecer, por un infarto.

Santiago, su hermano menor –de ocho años– decidió grabar el sepelio, que comenzó con unas palabras de Renato: “Hoy es el triste día donde se nos va uno de la familia, un hermano nuestro que sin duda fue una gran mascota. Pero hoy nos reunimos para despedirlo, ya que nuestro Señor se lo ha llevado”.

Comenzó a cavar un pequeño hueco con ayuda de una pala para despedirse de su amigo pero algo inesperado sucedió. Cleo, una perrita de raza weimaraner que su familia había adoptado dos meses atrás, se metió al periquito a la boca. Renato, desesperado, gritaba: “¡Suelta a mi Chimuelo, no te voy a dejar respirar hasta que abras la boca!". Renato logró recuperar al pajarito y finalmente lo enterró. El hecho se volvió viral.

Amor por las mascotas

Más allá de las risas que causó el particular entierro, se descubrió el amor que siente el pequeño por los animales.

Según reseñó El Tiempo, Renato se crió en el campo y actualmente vive en una parcela en San Javier de Loncomilla, una comuna del centro de Chile donde vive junto a su familia y 26 mascotas más.

Su lista consta de seis perros, cuatro cotorras australianas, dos aves ninfas, un loro inseparable, un hurón, nueve ratones de laboratorio, una tortuga, un caballo y un erizo que le regaló Jorge Guzmán, secretario regional ministerial, tras ver el video. Es tal su amor por los animales que afirma, con plena seguridad, que quiere estudiar veterinaria.

Renato cuenta que conoció a Chimuelo en una tienda de mascotas cuando tenía dos meses. Lo vio tan chiquito e indefenso que decidió comprarlo. El periquito –le advirtieron en el establecimiento– nació con una deformidad genética que impidió que le creciera una de sus alas, por lo que nunca pudo volar.

El apoyo de la gente lo sorprendió desde el primer momento. En Twitter, el primer video de Chimuelo que empezó a circular alcanzó, después de cuatro días, cerca de tres millones de reproducciones, más de 100.000 ‘Me gusta’ y más de 40.000 retuits.

Las redes sociales de Renato también tuvieron un gran auge. En tres días, su Instagram (renato_barreraperic) pasó de tener 320 seguidores a 175 mil actualmente.

“Estoy feliz, me han apoyado mucho. En mis redes quiero dejar un mensaje de cuidar el ambiente, cuidar a los animales, respetarlos, pues son seres vivos que sienten como nosotros”, afirma Renato.

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