El diario plural del Zulia

Puigdemont promete defender "la justa causa del pueblo catalán" en Europa

El expresidente catalán fue liberado por el juez instructor de España luego de que se aceptara la extradición del político por malversación de fondos y no por rebelíon

El líder independentista catalán Carles Puigdemont regresó este sábado a Bélgica decidido a internacionalizar su lucha por la independencia de Cataluña, al tiempo que intenta mantener las riendas de la política regional en medio de gestos de acercamiento con Madrid.

"Este no es el final del viaje (...). Viajaré hasta el último rincón de nuestro continente para defender la justa causa del pueblo catalán", dijo Puigdemont en rueda de prensa junto al actual presidente del gobierno catalán, Quim Torra, en la delegación de Cataluña ante la Unión Europea.

Este "viaje" para internacionalizar su lucha por la "autodeterminación" no terminará "hasta que todos los presos políticos sean liberados", agregó en referencia a los nueve dirigentes catalanes en prisión en España acusados de rebelión a la espera de juicio.

Puigdemont, un periodista de 55 años que se convirtió en la imagen internacional de la lucha por la independencia, acaparó la atención de la rueda de prensa, en detrimento del actual presidente regional Torra, quien lo considera como el presidente "legítimo".

Signo de su influencia, ambos se reunieron con el actual gobierno catalán y los cuatro ex ministros regionales en el exilio en Bélgica y Escocia, poco después de su llegada a Bélgica a las 10:00 de la mañana, hora local, procedente de Alemania donde pasó los últimos cuatro meses.

Carles Puigdemont regresa así al corazón de la Unión Europea fortalecido por la reciente decisión de la justicia española de retirar la orden de detención contra él y que le llevó a pasar un breve período en prisión en Alemania.

Bienvenida en Waterloo

Desde la llamada 'Casa de la República' en Waterloo, intentará desplegar el 'Consejo de la República', una especie de órgano dirigente del independentismo en el exilio. En esta localidad belga, famosa por el escenario de la derrota de Napoleón en 1815, tendrá lugar una ceremonia de bienvenida a las 2:00 de la tarde.

Su regreso a Bélgica, adonde se marchó días después de que el entonces gobierno español de Mariano Rajoy asumiera la tutela de la región luego de la declaración de independencia del 27 de octubre, pone fin por el momento a su periplo por Europa.

Las autoridades alemanas le detuvieron el 25 de marzo en virtud de una euroorden emitida por España y aceptaron en julio extraditarlo sólo por el delito de malversación de fondos, y no por el de rebelión, penado con 25 años de prisión, como reclamaba la justicia española.

El juez instructor en España decidió entonces retirar la orden de entrega contra él y contra otros cinco destacados independentistas residentes en Bélgica, Suiza y Escocia, lo que les permite seguir su lucha en el extranjero.

"Soy un europeo libre (...) en todo el mundo, menos en España. Quizás España se equivoca", agregó Puigdemont, quien descartó pedir el estatuto de "refugiado político" en Bélgica, donde cuenta con el apoyo de los nacionalistas flamencos de la N-VA, miembros del gobierno de coalición.

'Liderazgo' interno

Pero además, como explica Jordi Amat, autor de ensayos sobre el proceso independentista, esto aumenta su influencia sobre el "movimiento soberanista", que "nunca tuvo un líder claro" pero "ahora está pasando" con el expresidente.

"Tenía una situación jurídica muy complicada, pero, paradójicamente y quizás fruto de ello, tiene una influencia muy grande sobre [su] partido y sobre el gobierno catalán" de Torra, asegura Amat a la AFP.

Puigdemont logró el pasado fin de semana tumbar la dirección de su partido, que en los últimos meses se distanció de su estrategia de choque con Madrid, y ahora prepara una OPA sobre todo el movimiento separatista con el lanzamiento de un nuevo partido a fines de año.

Y, ¿qué ocurrirá con el diálogo abierto entre el actual ejecutivo español de Pedro Sánchez y el gobierno catalán en julio? "Lo que intentará Puigdemont es boicotear el diálogo", estima Amat, para quien la lógica del "cuanto peor, mejor" beneficia al dirigente catalán.

Tras urgir a Sánchez pasar de los "gestos a los hechos", Puigdemont agregó: "Quien tiene deberes pendientes es el presidente Sánchez y esperamos que, a la vuelta de las vacaciones [de verano], haya aprovechado el tiempo, porque el período de gracia se acaba".

Desde Bélgica, ya que no puede volver a España donde la orden de detención nacional sigue vigente, deberá seguir el primer aniversario del referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre, cuando la mirada internacional podría volver a posarse en esta región de 7,5 millones de personas del noreste de España.

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