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Policía detiene a individuo que profirió amenazas contra mezquitas en Quebec

La Policía canadiense detuvo hoy a un individuo que profirió amenazas contra mezquitas y el alcalde de Quebec, la ciudad donde el pasado 29 de enero seis personas murieron en el atentado contra una mezquita.

La Policía de la localidad de Sherbrooke, 150 kilómetros al este de Montreal, informó hoy del arresto de un hombre de 57 años de edad tras proferir las amenazas.

Según la Policía, el miércoles por la noche, el individuo, quien no ha sido identificado, llamó repetidamente al teléfono del servicio de emergencias y profirió amenazas contra mezquitas y los alcaldes de Quebec, Régis Labeaume, y de Sherbrooke, Bernard Sévigny.

La Policía rastreó las llamadas y a primeras horas de hoy arrestó a un individuo en su domicilio.

En el momento de su arresto, el sospechoso estaba efectuando una de las llamadas amenazando a mezquitas en la localidad de Sherbrooke.

Precisamente hoy, el Centro Cultural Islámico de Quebec, el escenario del atentado del pasado 29 de enero, informó de que dos heridos que se encuentran en estado crítico han empezado a mejorar.

El ataque causó seis muertos y 19 heridos, ocho de ellos de gravedad.

Alexandre Bissonnette, de 27 años y que ha sido identificado como un nacionalista de derechas, ha sido acusado por la Policía como el autor del atentado.

El Centro Cultural Islámico de Quebec señaló en su página de Facebook que la condición de Said El-Amari y Aymen Derbali ha mejorado en las últimas horas.

El-Amari, de origen marroquí y que fue herido en el estómago, "está empezando a reconocer su familia e intenta hablar con ellos".

Por su parte, Derbali, que recibió cinco impactos de bala, uno de ellos en la nuca, ha sido colocado en coma por los doctores pero se encuentra en estado estable tras ser operado el martes.

El Centro Cultural Islámico también llamó la atención sobre la situación económica en la que se encuentran las familias de las víctimas del ataque.

Los seis fallecidos, todos varones, estaban casados y eran los únicos que trabajaban en sus familias. El ataque dejó a 17 niños huérfanos y más de 24 niños con padres en el hospital.

Dos organizaciones musulmanas han puesto en marcha campañas para ayudar a las familias que han recaudado, hasta el momento, un total de 600.000 dólares canadienses (444.000 dólares estadounidenses).

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