Piñera y Sanguinetti denuncian "populismo" en Brasil y aplauden a Argentina
El expresidente chileno Sebastián Piñera y el uruguayo Julio María Sanguinetti denunciaron este lunes en Buenos Aires que las crisis de Brasil yVenezuela son consecuencia de Gobiernos "populistas", mientras que alabaron la gestión de Mauricio Macri en Argentina.
Durante el seminario internacional "Análisis de la Situación de América Latina y la Coyuntura Mundial" que organizó hoy la Cámara Argentina de Comercio, Piñera aseguró que "tarde o temprano, los procesos de populismo se pagan", en referencia a la actual crisis de Brasil, donde existe una gran "desconfianza y descontento social".
"Hay Gobiernos que por tratar de retener el poder han caído en el campo del populismo y la demagogia", criticó en referencia al mismo país, cuya situación definió como un "caso desesperante" debido a la ausencia de "estado de derecho, separación de poderes, libertad de expresión y respeto por los derechos humanos".
Sanguinetti coincidió con lo "insostenible" de la coyuntura venezolana y afirmó que la crisis "profundamente estructural" de Brasil se debe al populismo y el avance de la corrupción, fruto de la "tentación" generada tras la gran distribución de dinero que tuvo lugar durante los años "gloriosos", en referencia al periodo entre 2003 y 2012.
Piñera gobernó Chile entre 2010 y 2014 y Sanguinetti, Uruguay en dos periodos: de 1985 a 1990 y de 1995 a 2000.
En cuanto a Argentina, el expresidente uruguayo dijo que está viviendo "un proceso de reacomodamiento de sus estructuras", tras intentos de funcionar de la manera equivocada.
Piñera coincidió con su diagnóstico al señalar que se trata de un país "inmensamente rico" que pasó "décadas de políticas públicas equivocadas" con un Estado "sobredimensionado" y "asfixiante" que permaneció "aislado" durante mucho tiempo, por lo que definió al Gobierno del conservador Mauricio Macri como una "gran esperanza y oportunidad".
En ese sentido, el exmandatario chileno destacó medidas como la "reunificación cambiaria", la eliminación de impuestos, el fin de las "distorsiones" o los "acuerdos de gobernabilidad" que van a permitir a Argentina "recuperar el rumbo en el contexto mundial".
Asimismo, señaló que pese a todas las fortalezas con las que cuenta América Latina, se ha "divorciado" de los pilares básicos "que fundamentan el desarrollo", como la lucha contra la pobreza o la economía de mercado.
"Tenemos que preocuparnos por cuáles son los nuevos pilares para pegar el salto y dejar atrás esos 200 años (desde las gestas independentistas de Latinoamérica) porque no hemos estado a la altura", aseveró.
Entre ellos destacó la necesidad de poner en marcha una integración "verdadera" y de que lo público no "invada" todas las esferas de la sociedad, sino que libere esas "fuerzas de la creatividad" de los ciudadanos, muchas veces "asfixiadas por un estado interventor y hegemónico".
"La corrupción está debilitando a la democracia", declaró, por su parte, Sanguinetti.
"La democracia es un ejercicio artesanal diario", apuntó antes de advertir sobre los peligros que pueden suponer las nuevas tecnologías y la necesidad de los parlamentarios de América Latina de "adaptarse" a esta nueva "velocidad".
Durante su intervención, el ministro de Transporte argentino, Guillermo Dietrich, quiso hacer hincapié en el "compromiso" y la "exigencia" del Gobierno de Macri para gestionar lo público "con total transparencia".
Para él, se encuentran lejos de la "corrupción" del anterior Gobierno, cuyo "reflejo perfecto" fue la detención este fin de semana del exsecretario de Transporte (2003-2008), Ricardo Raúl Jaime, por presuntas irregularidades en una compra de trenes realizada en 2005.
El presidente de la Cámara Argentina de Comercio también destacó las decisiones tomadas durante los 100 primeros días del presidente argentino, que facilitan las inversiones y permitirán al país "reinsertarse en el mundo".
