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Niños sin patria: El drama de las venezolanas que llegan embarazadas a Colombia

A los riesgos de salud por falta de controles prenatales, se les suma que los niños no pueden adquirir la nacionalidad colombiana ni la venezolana

Cuando supo que estaba embarazada, Johanna Gudiño, de 24 años, decidió irse de Venezuela. No tenía muy claro qué haría del otro lado de la frontera para sobrevivir, pero varias amigas ya habían dado a luz en Colombia. Y sea cuales fueran las condiciones, serían mejor que en su país, pero enfrentan un problema más: la nacionalidad de los niños, o más bien la falta de esta.

Johanna tenía dos meses de gestación cuando cruzó sola la frontera. Conseguir un pasaporte en Venezuela es casi imposible, dijo a Infobae, por eso ingresó indocumentada. Al día siguiente ya estaba en Bogotá. La recibió una amiga en un hotel modesto. “Eso por ahí es un poco inseguro. Pero sigue siendo mejor que Venezuela”, comentó mientras tomaba el siguiente Transmilenio para continuar el único trabajo que consiguió para tener qué comer, vender dulce en los buses.

A veces duerme entre estaciones y trata de salir solo una o dos veces al día para ir al baño, pues cada ingreso es un nuevo pasaje por pagar. Hacía unos días había ido de urgencias al hospital por un dolor en el abdomen, después de ocho horas de espera tuvo su primer control prenatal desde su llegada a Colombia, y ya con siete meses de gestación.

“Un día que no trabaje es una noche en la calle, porque cómo pago la pieza. Cuando tenga al bebé no podré trabajar, no tengo el permiso de permanencia, entonces también hago para poder ahorrar algo y tener con qué comprar los pañales y cositas que necesite”, contó.

A junio de este año había 8.209 venezolanas en Colombia bajo la misma situación, según el Informe Final del Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos en Colombia, realizado entre el 6 de abril y el 8 de junio de 2018. La cifra podría ser mucho mayor en la actualidad teniendo en cuenta los migrantes que han ingresado en los últimos cinco meses y las embarazadas que no se han censado.

Muchas, al dar a luz, regresan a su lugar de origen. En otras el embarazo es circunstancial a la migración. Y otras llegan para quedarse debido al acceso inadecuado a servicios de salud y a la crisis económica que las tiene pasando hambre.

Las principales afecciones que presentan en la gestación, durante el parto y después de él son preclamsia, sangrados, desprendimiento de placenta, problemas en el nacimiento por la mala ubicación del bebé que no fue verificada antes. E infecciones que preocupan a las instituciones médicas como sífilis y VIH.

En la capital, por ejemplo, se registraron 335 intervenciones a mujeres venezolanas por complicaciones relacionadas con el embarazo a agosto de este año, según el Consejo de Bogotá. De ese total, 197 terminaron en abortos. En cuanto a la atención en salud de esta población se han realizado más de 5.700.

A este contexto se le añade otro problema: los niños nacen sin nacionalidad y, por ende, sin derechos.

Niños apátridas

Según lo estipula el artículo 96 de la Constitución Política, la nacionalidad colombiana se puede obtener en dos casos. Por nacimiento, cuando alguno de los padres es colombiano o cuando extranjeros tienen domicilio permanente en el país. O por adopción, cuando los extranjeros con estatus migratorio legal solicitan ser inscritos como colombianos. Ninguno de los dos casos se cumple para las venezolanas migrantes indocumentadas.

Pues, aunque hayan decidido vivir en Colombia, el domicilio permanente se cumple para las autoridades si cuentan con estatus migratorio. Es decir que los que llegan de forma irregular no podrían adquirir la nacionalidad colombiana y, por ende, sus hijos tampoco, aunque nazcan en territorio nacional. Nacer sin nacionalidad convierte a los bebés en apátridas, y el mayor riesgo es que ningún Estado les garantiza sus derechos.

No pueden acceder a servicios básicos como salud o educación, no pueden trabajar, ni votar, ni registrar su matrimonio o nacimiento de sus hijos; explicó la ONG Dejusticia. Es decir, quedan en total indefensión. Y el Gobierno aún no ha definido si el Permiso Especial de Permanencia (PEP) sirve como estatus migratorio para los venezolanos que lo adquieren.

Teniendo en cuenta ese contexto, los bebés de madres venezolanas indocumentadas nacidos en Colombia no tendrían la nacionalidad del país. Podrían adquirir la de sus padres acudiendo a la misión diplomática y realizando una serie de trámites que son casi imposibles por la crisis que afronta Venezuela.

Lea la nota completa en Infobae.

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