El diario plural del Zulia

Lula da Silva “durmió tranquilo” en su primera noche en prisión.

Esta es la primera vez en la historia de Brasil en que un expresidente es encarcelado por un delito común

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, tras dos días de resistencia en el sindicato del que surgió a la política, se entregó el sábado para comenzar a cumplir los 12 años de cárcel que le impuso la justicia por corrupción.

“No les perdono que hayan sembrado la idea de que soy corrupto. Ninguno de ellos duerme con la conciencia tranquila de la verdad y la honestidad que yo tengo”, declaró Lula al entregarse. Lula pasó su primera noche detenido en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba. “Él durmió tranquilo y no fue maltratado por los agentes del lugar. Permanece sereno y tranquilo”, según la nota divulgada por el “comité popular” que el PT montó en las inmediaciones de la sede policial. De acuerdo con la nota, el abogado Cristiano Zanin, uno de los miembros de su equipo de defensa, lo acompañó durante un largo período en la celda antes de tener que abandonar la edificación.

 

El primer día detenido

Después de un viaje en silencio desde São Paulo a Curitiba y una mañana sin dormir, Lula da Silva tenía un desayuno tranquilo: café negro, el pan y la mantequilla. El desayuno fue servido a las 7:45. El almuerzo llegó a las 11:00: arroz, frijoles, macarrones, un pedazo de carne y ensalada. Por la tarde, el expresidente pudo ver televisión. La celda se encuentra en el último piso y mide 15 metros cuadrados.

 

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