La mafia ofrece € 5.000 por la cabeza de su enemigo, un perro llamado Pocho
La mafia ha puesto precio a uno de sus enemigos más tenaces: un perro rastreador de drogas que les ha costado millones de euros. El Jack Russell Terrier de nueve años se llama Pocho, trabaja para la policía de Nápoles y gracias a su olfato ha descubierto más de dos toneladas de sustancias ilegales.
La Camorra, una de las organizaciones criminales más antiguas y más grandes de Italia, ha marcado ahora una recompensa de 5.000 euros para aquel que les lleve la cabeza de Pocho, según reseñó The Times. El perro lleva el nombre del exfutbolista argentino del Nápoles Ezequiel Lavezzi, a quien se le conocía como Pocho.
El animal pertenecía a un médico que vivía cerca del estadio de fútbol San Paolo, pero fue donado a la policía cuando el dueño se dio cuenta de que su hijo era alérgico a la piel del can. Sus últimos actos heroicos incluyen detectar casi 32 kilogramos de cocaína durante una redada.
Según los informes policiales, el perro Pocho también encontró droga escondida entre la leche en polvo destinada a los biberones de los bebé. Se dice que La Camorra le dejó un cebo envenenado, e incluso ha intentado proteger sus depósitos de drogas colocando hembras de Jack Russell Terrier cerca para distraerlo.
