Irán estudia posibilidad de abandonar tratado nuclear, a 3 meses del retiro de EE. UU.
El líder supremo iraní, ayatola Ali Jamenei, acompañados por el resto de su gabinete, reiteró que Irán está dispuesto a retirarse del acuerdo nuclear firmado en el año 2015, si este deja de "preservar los intereses nacionales" de su país, según reseñó la agencia de noticias AFP.
Jameneí afirmó que Teherán debería perder la esperanza sobre el rescate del tratado nuclear por parte de Europa y agregó que Irán no realizará negociaciones con los Estados Unidos para crear un nuevo programa nuclear de acuerdo a sus intereses.
Si se restituyen las sanciones contra Irán, las instituciones bancarias y empresas europeas tendrán que cumplir con esas sanciones para que la nación americana no los penalice por hacer negocios con la nación persa. La penalización de Estados Unidos iría por dificultarles el acceso a su sistema financiero.
Naturalmente, si llegamos a la conclusión de que ya no preserva nuestros intereses nacionales, renunciaremos a él.
El programa, llamado “Plan Conjunto de Acción Comprehensiva”, fue suscrito por Irán y las grandes potencias en el año 2015, en busca de limitar el programa de energía atómica del país islámico a cambio de eliminar las sanciones económicas contra el país árabe.
Sin embargo, fue denunciado en el mes de mayo por Estados Unidos, cuando el presidente Donald Trump anunció el retiro de su país del acuerdo, acción que restableció sanciones contra Teherán y castigos contra cualquiera que realice negocios con la república islámica.
La orden del Ejecutivo estadounidense establece que todas los norteamericanos deben bloquear las propiedades y sus intereses originarios del Gobierno iraní. El Departamento del Tesoro de EE. UU. estableció un plazo de 90 a 180 días para que las empresas que tienen actividades en Irán las ajusten a las sanciones establecidas.
Esto contrarrestará la oportunidad de Irán de volver al mercado petrolero, además, en el tratado también se comprometía a reducir sus existencias de uranio enriquecido en un 98% y reducir la cantidad de centrifugadoras. Las máquinas que quedan solo podían enriquecer uranio al 3,67 %, suficiente para servir como combustible. Para fabricar cabezas nucleares se necesita un enriquecimiento del 90 %. Esta producción podría entrar en funcionamiento creando de nuevo el temor entre los países europeos y los que pertenecen al tratado nuclear.
