Huracán Florence pone en estado de emergencia la costa este de EE. UU.
Con vientos de más de 220 kilómetros por hora avanza este martes, el ciclón de categoría 4, que amenaza con ser el peor huracán que ha golpeado a Estados Unidos en décadas.
Florence, tiene el potencial de provocar catastróficas inundaciones. Se espera que el ojo del huracán pase entre Bermuda y las islas Bahamas entre miércoles y jueves, señaló el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.
El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, ordenó que toda la costa del estado sea desalojada a partir del mediodía de hoy. El gobernador de Virginia, por su parte, también ordenó la evacuación obligatoria de algunos residentes en zonas costeras bajas, la misma medida decretada para condados costeros de Carolina del Norte.
Las escuelas de 26 de los 46 condados del estado permanecerán cerradas desde hoy. Trump declaró la emergencia en los estados amenazados, lo que permitió el envío de ayuda federal. El mandatario dijo que había hablado con los respectivos gobernadores y que "el gobierno federal está listo para asistir 24/7".
Washington ya fue victima el fin de semana por fuertes precipitaciones que provocaron inundaciones en la vecina Alexandria y Virginia. El Servicio Nacional de Meteorología emitió un aviso de inundaciones para parte del río Potomac.
La seguridad de los estadounidenses es lo primordial, pero un refugio seguro será una difícil tarea para muchos porque sí Florence amaina al llegar a la costa, podría descargar lluvias torrenciales sobre los Apalaches y sus efectos se sentirían hasta en Virginia Occidental, donde podría generar inundaciones repentinas y deslaves.
Algunas aerolíneas como American y Southwest permitieron que los pasajeros cambien sus vuelos si se encuentran dentro de la posible ruta del huracán.
El director del Centro Nacional de Huracanes, Ken Graham, advirtió que se prevé que Florence permanezca sobre las Carolinas una vez que toque tierra. La gente que vive tierra adentro debe estar preparada para quedarse sin electricidad y resistir inundaciones y otros peligros, señaló.
Estados Unidos continuará en estado de alerta por el paso Isaac y Helene, otros dos huracanes potentes, que están circulando por el Océano Atlántico. Se espera que el huracán Isaac pierda fuerza a su llegada al Caribe, y Helene, mucho más lejos en el océano, podría girar hacia el norte a medida que la temporada de huracanes de 2018 se afianza.
