HRW exhorta a países miembros de OEA financiar CIDH
Los países del continente americano sembrarían dudas sobre su compromiso con los derechos humanos si no atienden la crisis financiera en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), advirtió este viernes la organización Human Rights Watch (HRW).
"Desde hace tiempo, la CIDH ha sido la última esperanza para víctimas de la región que durante años han luchado para hacer valer sus derechos en los sistemas judiciales nacionales", dijo en un comunicado el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco.
Pero los países de la Organización de Estados Americanos (OEA) pondrían esa misión de la Comisión en riesgo si desechan la alarma sonada la semana pasada por ese órgano autónomo, que se encamina a perder 40 % de su personal y suspender las dos próximas sesiones de audiencias, dijo Vivanco.
Según el representante de la organización estadounidense "si los Estados miembros de la OEA no atienden esta crisis financiera, sembrarán serias dudas sobre su compromiso con los derechos humanos, y levantarán sospechas de que pretenden librarse del escrutinio de la Comisión".
La CIDH financia su presupuesto con recursos regulares de la OEA y con donaciones, provenientes tanto de países miembros como de terceros y organizaciones internacionales.
Pero los fondos de la contribuciones voluntarias - que cubren prácticamente la mitad del presupuesto de la Comisión- ha caído aceleradamente en los últimos años, especialmente a medida que los países europeos desviaron su atención a la crisis de los refugiados o el conflicto en Siria.
"Puede ser que la reducción de donaciones de Europa haya desencadenado esta crisis, pero la principal responsabilidad de financiar a la Comisión corresponde a los Estados miembros de la OEA, que la crearon para que protegiera los derechos de sus propios ciudadanos".
Los países deben "asegurar prontamente" que la CIDH reciba "financiamiento suficiente para llevar a cabo su mandato", señaló HRW en la nota.
El llamado de Human Rights Watch se une al de casi 300 organizaciones de derechos humanos del continente americano, que instaron a los países crear un "fondo sostenible de financiamiento" para los órganos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), que incluye la Comisión, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
