El diario plural del Zulia

Guaidó: Yo no quiero la guerra, esa opción la está poniendo Nicolás Maduro

Es el falso dilema que se pretende plantear en la opinión pública de Guerra y paz. Nadie quiere una guerra voluntariamente, pero tampoco es cierto que la paz sea ausencia de conflicto, dijo Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino de Venezuela

Después de su participación en la reunión del Grupo de Lima que se realizó este lunes en la capital del país, Juan Guaidó sacó tiempo de una agenda frenética para hablar con esta revista sobre los pasos que va a seguir para terminar con lo que llama ‘la usurpación del poder’ por parte de Nicolás Maduro, reseñó Revista Semana.

También dio su opinión sobre lo que significó el 23F, anunció que regresará esta semana a su país e insinuó que, como lo dijo el presidente Donald Trump, todas las opciones siguen sobre la mesa.

Señaló que le fue "muy bien", en la reunión con el Grupo de Lima y cree que es el reconocimiento internacional a un proceso interno de Venezuela muy complejo y sin precedentes.  "El reconocimiento a un proceso constitucional respecto al tema de la usurpación, al secuestro de la democracia, de las armas del Estado, del dinero de los fondos públicos. Hoy se le da un acento internacional importante a la declaración de continuar un proceso de construcción de capacidades para salir de una dictadura.

Considera que el balance de la jornada del 23 de febrero, cuando la oposición intentó poner en suelo venezolano la ayuda humanitaria ubicada en Colombia, Brasil, Curazao y Puerto Rico, "no puede ser positivo cuando necesitas salvar vidas y no pudiste entrar la mayor cantidad de ayudas, cuando se vio la peor faceta de un régimen"

"El mundo lo vio, los venezolanos tenemos años de estar sufriendo eso: expropiaciones de empresas, bloqueos de fronteras, no  tener ni siquiera la capacidad de tener un pasaporte. Evidentemente no puede ser positivo que no hayamos logrado [ingresar] la mayor cantidad de ayuda posible. Se logró una pequeña porción por  Santa Elena de Uairén, pero vamos a insistir en el ingreso de la ayuda. Se develó internacionalmente el peor rostro de una dictadura que no guarda las formas ni siquiera".

Hoy anunciaron que había unas amenazas serias y creíbles en su contra, ¿nos puede contar de qué se trata?

J.G.: Hoy que estoy fuera del país llamaron a familiares cercanos de mi esposa para amenazarnos de muerte. Y que si regresaba iría preso, que ya estaba la orden de captura. Esto es una práctica usual. Lamentablemente estamos mal acostumbrados a esa práctica, pero bueno, es parte del ejercicio de la política en un país en dictadura. Es parte de las amenazas que recibimos ayer y hoy. 

¿Qué mensaje le envía a los países que apoyan a Nicolás Maduro, estamos hablando específicamente de China y Rusia?

J.G.: Son países que naturalmente tienen intereses en Venezuela, como cualquiera  que tiene inversiones en otro país. Entendemos muy bien. Y lo hemos dicho, Maduro no protege a nadie, ni de la inseguridad, ni del hambre... tampoco a sus inversionistas. Ellos tienen muy claro que Venezuela con Maduro no es una opción de inversión ni de retorno de inversión. Ya veremos cómo damos un paso a generar confianza en una transición también con esos países.

¿Para usted la posibilidad de una intervención militar sigue sobre la mesa?

J.G.: Hemos dicho que vamos a reunir todas las capacidades posibles para que cese la usurpación.J.G.: Es sopesar una opción muy dura, muy polémica además. Un dilema entre guerra y paz nadie lo gana, porque nadie quiere la guerra. Yo no quiero la guerra, esa opción no la estoy poniendo yo, esa opción la está poniendo Nicolás Maduro. Es el falso dilema que se pretende plantear en la opinión pública de Guerra y paz. Nadie quiere una guerra voluntariamente, pero tampoco es cierto que la paz sea ausencia de conflicto. Los que plantean ese dilema son precisamente los que provocaron la masacre del fin de semana utilizando presos y colectivos armados.

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