El diario plural del Zulia

Fundación Arcadia se pronuncia contra Primer Ministro de Trinidad y Tobago

Keith Rowley declaró el pasado jueves que no permitirá que la ONU o cualquier otro organismo los convierta en un “campo de refugiados”

La Fundación Arcadia se pronunció en contra de las declaraciones del Primer Ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, de rechazar a los inmigrantes venezolanos, aunque la Organización de las Naciones Unidas.

Las declaraciones las dio el pasado jueves y dijo que no permitirá que la ONU o cualquier otro organismo los convierta en un “campo de refugiados” luego de la deportación de 82 venezolanos de su territorio.

En ese momento, Rowley reconoció que Venezuela atraviesa una crisis y que su país está “ayudando como es capaz de hacerlo” y que la asistencia que brindan es la que pueden costear.

A continuación comunicado íntegro:

La Fundación ARCADIA expresa su más firme rechazo y preocupación por la actitud del gobierno de Trinidad y Tobago en relación con el tratamiento que se da a cientos de venezolanos que legítimamente y con razones fundadas buscan asilo o refugio en el vecino país.

Es lamentable que el gobierno de Trinidad y Tobago desconozca las normas internacionales relativas al Asilo y al Refugio, en especial, el pleno respeto del principio superior de No Devolución (Non-Refoulement), parte del Derecho Internacional Imperativo, pilar del sistema de protección internacional, que prevalece ante toda norma jurídica internacional. Igualmente, que desprecie las normas jurídicas aceptadas por la comunidad internacional en relación con el tratamiento a extranjeros y la prohibición de expulsión o devolución colectiva.

El gobierno de Trinidad y Tobago se hace cómplice de la tiranía venezolana al rechazar a las personas que huyen de la violencia, de la inseguridad, del hambre y de la catástrofe en la que nos ha sumergido el ilegítimo e irresponsable régimen de Nicolás Maduro.

Olvida el gobierno de Trinidad y Tobago que hace apenas dos décadas nuestro país recibió centenares de sus compatriotas que huían de la miseria, sin ninguna discriminación.

Esperemos que el gobierno trinitario rectifique y asuma su responsabilidad no solo hacia Venezuela, país limítrofe con el que siempre ha tenido excelentes relaciones, sino con la comunidad internacional, pues el desplazamiento de personas por la violencia y la miseria, el derecho a la vida y a la integridad física no es más un problema del país de origen, sino de toda la comunidad internacional que en forma solidaria debe enfrentarlo y atenderlo conforme al Derecho Internacional.

Las recomendaciones del ACNUR, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de las Naciones Unidas son vinculantes, política y jurídicamente, por lo que el Estado de Trinidad y Tobago debe respetarlas sin dilación y evitar que personas inocentes que huyen de la miseria integral, disfruten del derecho de solicitar asilo o refugio y de disfrutarlo, un incuestionable derecho humano, cuando proceda.

Washington DC, 1o de Agosto de 2018

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