El diario plural del Zulia

Filipinas y EE.UU. inician ejercicios militares tras distanciamiento de Duterte

Filipinas y Estados Unidos comenzaron ocho días de ejercicios militares en el país asiático tras la amenaza lanzada por el presidente filipino, Rodrigo Duterte, de poner fin a las maniobras entre los dos aliados tradicionales.

Unos 2.000 soldados estadounidenses y filipinos realizarán ejercicios de aterrizaje de aeronaves anfibias y artillería en las regiones de Luzón, al norte del país, y Palawan, al oeste, la más cercana a la zona del mar de China Meridional en disputa con Pekín.

Los ejercicios se realizan dos semanas después de que Duterte anunciara que estos serían los últimos que realizan conjuntamente los dos países y abogara por una política exterior filipina "más independiente".

El Gobierno filipino matizó poco después esas declaraciones al asegurar que no se ha fijado ninguna fecha para poner fin a las maniobras pero reiteró la intención de reorientar la política exterior.

Hasta ahora, ambos países habían compartido una misma estrategia frente a Pekín en la disputa en el mar de China Meridional, por lo que Washington ha apoyado a Manila en la modernización y entrenamiento de sus Fuerzas Armadas.

Aunque el dirigente filipino ha asegurado que respetará los acuerdos militares que permiten a EEUU utilizar bases filipinas y aumentar su presencia en la región, recientemente ha amenazado con anularlo.

"Es mejor que os lo penséis dos veces porque puede que os pida que os vayáis de Filipinas definitivamente", dijo Duterte el domingo en referencia al acuerdo firmado entre su antecesor, Benigno Aquino, y el presidente estadounidense, Barack Obama, en 2014.

Duterte no sólo ha marcado las distancias con EE.UU., sino que también ha mostrado sus intenciones de estrechar lazos diplomáticos y comerciales tanto con Rusia como con China, y tiene previsto viajar a Pekín el próximo 20 de octubre.

Las relaciones bilaterales entre Washington y Manila se han deteriorado desde la investidura de Duterte en junio pasado y de que éste iniciara una violenta campaña contra la droga que ha causado más de 3.500 muertos, criticada por Washington, entre otros.

El mandatario ha contestado las críticas con una denuncia de la hipocresía de EE.UU., al que recriminó las masacres perpetradas a principios del siglo XX en el sur de Filipinas, cuando el país era una colonia estadounidense.

El dirigente filipino también ha insultado al embajador estadounidense en Manila, Philip Goldberg, y a Obama, quien en respuesta canceló una reunión bilateral que ambos debían mantener durante la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático en Laos.

Lea también
Comentarios
Cargando...