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Migrantes venezolano están contrarreloj para ingresar a Perú

Cientos de migrantes venezolanos llegaron a la frontera peruana la mañana de este lunes. Muchos de los que llegan caminando no llegan con el nuevo requisito de visa hacia su destino

Les tomó entre cuatro y 90 días llegar hasta la línea fronteriza entre Ecuador y Perú. Ciudadanos de Venezuela llegaron en buses o a pie para seguir con su periplo hacia el sur del continente como consecuencia de la crisis migratoria que vive el país, reseñó el diario El Comercio de Perú.

La mañana de este lunes 10 de junio del 2019 los migrantes abarrotaron las instalaciones del Centro Binacional de Atención Fronteriza (Cebaf).

Allí las historias tienen algo en común: dejaron su país por la profunda crisis económica y social. Hay quienes aceleraron el viaje porque el Perú pedirá desde el 15 de junio próximo pasaporte y visa para poder ingresar a su territorio.

Pero ese anuncio preocupa aún más a quienes emprendieron el viaje a pie porque aún esperan a otros allegados que están en camino en Colombia o Ecuador.

De acuerdo con datos de Migraciones de Perú, entre el sábado y domingo pasados ingresaron 2.500 venezolanos en promedio a su territorio, cifra que es mayor a los 1.800 de cada día previo. Este día lunes se espera una cifra similar o mayor a la de ayer. Danny Velasco de 46 años fue una de las que aceleró su viaje.

Ella renunció el pasado jueves a su trabajo como educadora en un instituto público en Maracaibo. Un día después salió junto con su esposo rumbo a Ecuador, para seguir el viaje al Perú.

Mi hijo ya vive en Lima, me llamó ese mismo jueves tras conocerse la noticia y me dijo: 'mamá, es ahora o nunca'. Contó que dejó todo y encargó de inmediato su vivienda porque la situación era crítica. Sus otros dos hijos ya viven en Bogotá y Santiago de Chile. "Yo ganaba el equivalente a 10 dolares mensuales, se me iba a un kilo de carne", contó.

El Gobierno de Perú había anunciado el pasado 6 de junio que pediría pasaporte y visado para los ciudadanos venezolanos a partir del 15 de junio. El presidente Martín Vizcarra dijo que su país ha recibido en los últimos tres años alrededor de 800 000 inmigrantes procedentes de Venezuela.

Angie Hernández, oriunda de Barquisimeto, refirió que esa noticia se regó en el barrio. "¿Que si la gente quiere seguir saliendo? Claro, todos se quieren ir", respondió a este Diario consultada sobre las intenciones migratorias de sus vecinos.

Ella recibió ese mismo jueves $200 para emprender el viaje junto a un hijo. En Lima tiene una hija y varios sobrinos que la ayudaron.

Los migrantes compartían historias similares mientras hicieron cola para recibir una vacuna. El canicular sol no impidió que los venezolanos reciban una dosis. Allí la enfermera Bélgica Cruz confirmó que ayer domingo se colocaron unas 850 dosis, cifra superior a las 650 que se inyectaban hasta el jueves pasado.

Aquí les suministramos una vacuna contra la fiebre amarilla, influenzas, sarampión. Se ha incrementado el flujo de personas".

En otro sector del Cebaf se continuó entregando ayuda de kits de higiene y primeros auxilios a familias con niños de entre 0 y 10 años. Joel Vega, vocero de Cooperación Internacional, afirmó que se entregan un promedio de 30 paquetes cada días.

Esta mañana llegaron varias mujeres pidiendo espacios para duchar a sus hijos. Entre el vaivén de los migrantes se encontraron Luis Hernández y Eduardo Díaz. Ambos son venezolanos y colaboran con Integrando Horizontes, que es auspiciado por la Organización de Estados Americanos. Hernández comentó que prevén que durante jueves y viernes la cifra de ciudadanos de su país superen los 5 000.

Principalmente nos preocupan los caminantes, muchos ni se han enterado de las nuevas exigencias".

Uno de ellos fue Guadí Rodríguez, de 28 años. Llegar hasta la zona fronteriza le tomó tres meses. Llegó junto a un amigo, las esposas de los dos y su bebé de un año.

Demoraron mucho porque en varias ciudades pararon para vender caramelos y artesanías. Al llegar al Cebaf les "cayó de sorpresa" la nueva exigencia de visas porque otros familiares están caminando y están recién a la altura de Bogotá. "No tenemos ningún documento, nuestro destino final es Lima".

Ello les hizo detener su periplo para conocer más información y ver la forma de ayudar con dinero a sus allegados para que arriben antes del 15 de junio. "El tiempo es oro".

 

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