Condenan a veinte agentes de Pinochet en Chile
Un juez chileno condenó a penas de prisión a una veintena de antiguos agentes de la dictadura de Augusto Pinochet por el asesinato, en 1983, de tres miembros de la resistencia contra el régimen, informaron hoy fuentes judiciales.
El ingeniero Arturo Villavella Araujo, el veterinario Sergio Peña Díaz, y Lucía Vergara Valenzuela pertenecían al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y habían regresado clandestinamente a Chile desde el exilio para unirse a la resistencia contra la dictadura cuando fueron asesinados en una vivienda de la calle Fuenteovejuna, en el sector santiaguino de Las Condes, el 7 de septiembre de 1983.
Lucía Vergara, de 31 años, había sido compañera en un liceo de Santiago de la actual presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
En un fallo de primera instancia, el juez especial Mario Carroza, de la Corte de Apelaciones de Santiago, condenó a 15 años un día de prisión al brigadier retirado Roberto Schmied Zanzi, en la época jefe de la división metropolitana de la Central Nacional de Informaciones (CNI), como autor de los homicidios calificados.
En tanto, el coronel Aquiles González Cortés, el mayor Álvaro Corbalán Castilla, y los agentes Norman Jeldes Aguilar y Manuel Laureada Núñez fueron sentenciados a 10 años y un día, también como autores de los ilícitos.
Otros quince agentes de la CNI, la policía secreta de Pinochet que reemplazo a la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), fueron condenados a tres años y un día, con el beneficio de la libertad vigilada, como cómplices de los delitos
Según el expediente del caso, el día de los hechos la casa en que se encontraban las víctimas fue rodeada por un numeroso contingentes de la CNI, que rodearon el lugar e instalaron al frente una ametralladora montada en el techo de un jeep, con la que disparan unos 500 tiros con balas trazadoras contra el inmueble.
Tras ello, conminan a los ocupantes de la casa a entregarse, y uno de ellos, Sergio Peña Díaz, sale con las manos en la nuca, pero en la puerta es acribillado por los agentes, ante lo cual Lucía Vergara responde disparando.
Los agentes reanudan el fuego y lanzan bengalas además de disparos, incendiando la casa, en la que Lucía Vergara muere a causa de decenas de balazos y Arturo Villavella perece calcinado por las llamas.
En la parte civil, el juez condenó al fisco a pagar una indemnización total 335.000.000 (unos 550.000 dólares) a los familiares de las víctimas.
Durante la dictadura de Augusto Pinochet, según datos oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos.
