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Colombia, el país con más condenas de la Corte Interamericana en 2018

Guatemala y México estuvieron cerca, con tres fallos cada uno. Entre los casos mexicanos, uno fue de gran importancia por abordar el crimen de tortura sexual por parte de agentes del Estado

Este año, la Corte Interamericana de Derechos Humanos profirió cuatro sentencias contra Colombia, el número más alto para el país desde que fue condenado por primera vez en 1995 por la desaparición forzada del sindicalista Isidro Caballero en manos de militares.

Guatemala y México estuvieron cerca, con tres fallos cada uno. Entre los casos mexicanos, uno fue de gran importancia por abordar el crimen de tortura sexual por parte de agentes del Estado.

En el escenario colombiano hubo dos precedentes esenciales: por un lado, la Corte Interamericana se pronunció en un caso de libertad de prensa. En abril de 1998, el periodista Nelson Carvajal fue acribillado por un sicario en Huila y, solo hasta ahora, su familia encuentra lo más parecido a la justicia, luego de estar 20 años dando tumbos sin ver resultados.

Por otro lado, la Corte abordó el gravísimo crimen de las ejecuciones extrajudiciales cometidas por las Fuerzas Militares colombianas, al analizar los homicidios cometidos por el Ejército de seis hombres jóvenes, entre 1995 y 1997, en Arauca, Santander y Casanare.

Los otros dos expedientes que pusieron a Colombia en este “primer lugar” están relacionados con una problemática que la Corte ya conoce al detalle, pues está plasmada en varios de sus fallos: la relación nociva que se tejió entre agentes del Estado y grupos paramilitares.

Uno tiene que ver con la desaparición forzada del sindicalista Víctor Manuel Isaza Uribe, ocurrida el 19 de noviembre de 1987 en Puerto Nare (Magdalena Medio antioqueño). Otro, con el asesinato de Noel Omeara, la desaparición forzada y posterior homicidio de su hijo, Guillermo Omeara, y el atentado contra la vida de su suegro, Héctor Álvarez Sánchez.

Camilo Gómez, director de la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado desde octubre pasado, asegura que la mayoría de estos casos se presentaron antes de 1998 y que, a partir de ese año “las condiciones en materia de derechos humanos empezaron a cambiar considerablemente. Colombia ha cumplido sus compromisos internacionales y ha mejorado sus estándares".

“Obviamente aún tenemos problemas: el narcotráfico, el ELN, las disidencias de las Farc, son generadores de violencia muy importantes. La OEA está considerando en aplicar la carta democrática (que es una sanción) en Nicaragua o Venezuela, en Colombia nunca hemos estado cerca. Acá hay una democracia y una justicia que operan”, dijo.

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