El diario plural del Zulia

Chef argentino vende su carro para viajar a Colombia y alimentar a venezolanos

Desde la república argentina, Javier Sosa presenció por televisión la quema de la ayuda humanitaria y decidió irse al Norte de Santander, donde aporta comida a los caminantes que migraron de Venezuela

Javier Sosa veía la televisión el pasado sábado 23 de febrero. Se indignó cuando observó que quemaban los camiones donde trasladaban, desde Cúcuta, Colombia, la ayuda humanitaria a Venezuela. Pero decidió hacer algo por los "hermanos venezolanos". Como él es chef, se le ocurrió que podía hacer algo por ellos y decidió viajar desde su natal Argentina hasta la nación neogranadina, para darles alimento.

Sin embargo, Sosa debía buscar recursos para pagar el pasaje hasta Colombia. Tuvo que vender su camioneta para costear el boleto de ida. Fue a dar, con pocos dólares, hasta el departamento de Norte de Santander, reseña el diario La Opinión.

Fue capaz de comprar, con esos pocos dólares, utensilios de cocina para los refugios, entre ellos, el que considera su lugar predilecto, ni más ni menos que Fundar 1, situado a 10 minutos de la entrada a Bochalema, en la ruta de los caminantes venezolanos hasta Pamplona, detalla el portal web del periódico cucuteño.

Sosa se hospeda en la iglesia Santa María Madre de Dios, a cargo del sacerdote José Chaustre, en la población de Los Patios, en el área metropolitana de Cúcuta.

De allí se va hasta el refugio, donde prepara el espacio en el que cocina los alimentos que comienza a donar a los venezolanos, quienes en un largo desfile caminan en la vía Pamplona hacia un destino incierto, pues salieron de Venezuela huyendo de la crisis.

Más de un millón de venezolanos han decidido, desde 2015, abandonar el país al considerarse menoscabados por la crisis política, económica y social, con una hiperinflación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó para 2018 en 1.000.000 por ciento, y para este año se prevé en 10.000.000 por ciento.

El chef argentino cuenta con la ayuda de la coordinadora del refugio, la venezolana Mairez Quintana, conocida como "Mai", quien prepara "un suculento café".

Ella motiva el inicio de una ardua jornada a la que se suma con toda disposición para la atención a unas 300 personas que llegan al refugio diariamente, así como a quienes con su marcha esperan lograr un porvenir con menos incertidumbre, más allá de Pamplona.

Javier Sosa sabe lo que es la falta de alimento, porque pasó hambre siendo joven.

Estoy a favor de la humanidad y lo único que sé hacer es brindar un plato de comida. Me aferro a los chicos, a las mamás, a los caminantes, expresó el cocinero argentino a La Opinión.

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