El diario plural del Zulia

“Brasil es un ejemplo al hacer justicia por corrupción”

Tras la votación del pasado domingo, en la que el “sí” al impeachment recogió 367 votos en la Cámara Baja, con 25 más de los 342 requeridos como los dos tercios necesarios para aprobar la moción de destitución de la Presidenta Dilma Rousseff, Brasil demuestra que es un ejemplo, especialmente al momento de luchar por un cambio, etapa en la que “históricamente los ha hecho sin derramar una gota de sangre”.

El internacionalista Julio Portillo, quien además de ser embajador de Venezuela en varios países del Caribe fue el cónsul de Venezuela en Río de Janeiro y profesor de Postgrado en la Universidad de Brasilia, explica las razones por la que el gigante amazónico es un ejemplo, no solo para los países latinoamericanos, sino para el mundo entero.

“Brasil tiene la particularidad de haber hechos sus cambios políticos sin la violencia que acarrea el derramamiento de sangre. Por eso al considerar su independencia, en 1822, el pueblo brasileño rehusó ser una colonia portuguesa y sin derramar una gota de sangre, lo logró. Luego hizo lo propio más adelante cuando pasaron a ser una monarquía, después superaron el traspaso de la dictadura a la democracia. Hoy en día hay grandes manifestaciones en ciudades como Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia y no se ha derramado la sangre de los brasileños”, destacó a Versión Final, vía telefónica.

Portillo, quien ha sido el primer extranjero en escribir un libro sobre Brasil, destacó que “ellos están haciendo justicia por corrupción administrativa. Eso es un gran ejemplo, porque estos gobiernos socialistas latinoamericanos no han juzgado a nadie por corrupción”.

Al hacer la comparación con la situación en Venezuela, Portillo razonó que “el régimen militar en Venezuela ha gastado un billón de dólares, una cifra superior a lo que representaría en esta fecha el Plan Marshell, ese que envió Estados Unidos para ayudar a reconstruir Europa, destruida por la guerra. Una gran parte de esa inversión se ha perdido en las cuentas de un grupo de corruptos. Por eso estamos
quebrados porque nadie sabe dónde está ese dinero”.

Lula es el culpable
Portillo compara, además, los cambios brasileños con el escándalo de Watergate, ese que le costó el puesto al presidente estadounidense Richard Nixon, quien fue destituido por el robo de documentos que tuvo lugar en el complejo de oficinas Watergate, en Washington D. C.

“En Brasil están haciendo lo que hizo Estados Unidos para salir de Nixon. Pero en verdad, Rousseff no es culpable de lo que le está pasando, sino su mentor Luiz Inacio Lula da Silva, quien es el culpable de todo ese problema. Lula sabía lo que estaba pasando en Venezuela y con todo apoyó la situación. El hijo de Lula es uno de los hombres más ricos de Brasil. Es que el problema va más allá de Petrobras.

Por eso de los 27 partidos políticos en ese país, 20 le han dado la espalda a Rousseff y apenas siete la apoyan”, ratificó el entrevistado. En la velada dominical Dilma Rousseff apenas contó con el respaldo 137 legisladores, muy por debajo del tercio que necesitaba para salir victoriosa en esta acusación. Hubo siete abstenciones y dos diputados no asistieron.

Dilma Rousseff aseguró ayer que seguirá “luchando” para frenar el proceso de destitución en su contra. “No me dejaré abatir, no me voy a paralizar por esto, voy a continuar luchando y voy a luchar como lo hice toda la vida. Están torturando mis sueños, mis derechos, pero no van a matar mi esperanza, porque sé que la democracia está del lado correcto de la historia”, informó este lunes AFP.

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