Arzobispo de Santiago de Chile se niega a declarar sobre abusos sexuales
El arzobispo de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati, fue convocado este miércoles por la Fiscalía regional de O’Higgins por las acusaciones en su contra sobre encubrimientos de los abusos sexuales cometidos por integrantes de la Iglesia Católica, reseñó Telesur.
El máximo líder del clero en Chile forma parte de un grupo de obispos de esa nación acusados de estar vinculados con abusos sexuales a menores, lo que abrió una de las más polémicas investigaciones respecto a la Iglesia Católica.
Hasta el momento hay 119 causas en curso y 178 víctimas registradas, 79 de ellas menores de edad.
En rueda de prensa, el abogado Ezzati expresó: “No nos hemos escabullido y por ahora el señor cardenal no va a declarar”, además, afirmó que esperan una audiencia programada para este viernes en la que se estudiará el sobreseimiento de la causa en su contra.
El fiscal Emiliano Arias afirmó que toda defensa que quiere colaborar habla y explica sus argumentos. Precisamente, en julio pasado el arzobispo de Santiago había expresado sentir “un dolor muy grande” por las víctimas y su disposición a “colaborar con la justicia en todo lo que sea requerido”.
Señaló que el fin es discutir con transparencia todos los elementos recabados, con el objetivo de que la sociedad pueda observar las pruebas en audiencia pública
Ezzati fue citado a declarar como imputado por el encubrimiento del excanciller de la Iglesia Óscar Muñoz, quien es investigado por violación, abuso sexual y estupro.
Tras conocer la postura del cardenal, dos de las víctimas de los abusos sexuales lo calificaron de “buen criminal” y “cobarde”.
Por su parte, el papa Francisco sumó la condena contra los integrantes de la Iglesia Católica vinculados con los abusos sexuales y aunque aceptaron la renuncia de varios obispos chilenos, pidió no juzgar estos actos con los preceptos morales de la actualidad debido a que la mayoría de ellos fueron cometidos en el pasado.
Entretanto, el Arzobispado de Santiago difundió un documento que indica cómo deben actuar los religiosos con los menores de edad, que incluyen recomendaciones como “no tocar sus glúteos ni sus genitales”.
Dichas pautas fueron firmadas por el cardenal Ezzati y, posteriormente, aclaradas por la Conferencia Episcopal de Chile.
