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Tensión alta a los 50 años está asociada con riesgo de padecer demencia

Tener 50 años y una tensión arterial proyectando a alta puede incrementar el riesgo de padecer demencia en etapas posteriores a las cinco décadas, independientemente si la persona sufre o no problemas del corazón, según un nuevo análisis

El nuevo estudio concluye que a los 50 años tener una presión sistólica -comúnmente denominada "alta"- de 130, esto es, por debajo de 140 usado para definir hipertensión, "está asociado con un incremento en el riesgo de demencia; en esas personas ese exceso de riesgo es independiente de tener enfermedades cardiovasculares".

La investigación, publicada en European Heart Journal, es resultado de un análisis de larga duración llamado Whitehall Studie II, que averigua los determinantes sociales de la salud, especialmente la prevalencia de enfermedades cardiovasculares y las tasas de mortalidad entre funcionarios británicos.

"Es importante enfatizar que se trata de una investigación de observación a nivel de la población, por lo que estos hallazgos no se traducen directamente en implicaciones para pacientes individuales", señaló Jessica Abell, doctora y primera firmante del estudio realizado por expertos británicos y franceses.

Además, "hay una discusión considerable sobre el umbral óptimo para el diagnóstico de la hipertensión", indicó a través de un comunicado el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de París (Inserm) e investigadora asociada en el británico University College de Londres.

Resultados

En el sondeo participaron 8639 personas (32.5 % mujeres), que en 1985 tenían de 35 a 55 años, a los que se les realizaron un seguimiento de la tensión arterial en cuatro ocasiones entre 1985 y 2003. De ellas, en 2017, 385 desarrollaron demencia y quienes tenían presion sistólica de 130 o más registraron un riesgo 45 % mayor de padecer la enfermedad que quienes a esa edad la tenían más baja.

No obstante, esta asociación no se observó a los 60 y 70 años ni con la tensión diastólica -la "baja"-, agregó el comunicado del Inserm.

Existen diversos tipos de trastornos mentales orgánicos, entre ellos los derivados de problemas vasculares, el alzhéimer o el párkinson. Pero los autores no pudieron examinar si la asociación de la hipertensión era más fuerte con la enfermedad de alzhéimer o la demencia vascular, esto, debido al número de personas afectadas por demencia.

"Requiere de más investigación", indicó la Sociedad Europea de Cardiología. Además, los investigadores no saben si el manejo efectivo de la presión arterial alta en personas de mediana edad podría debilitar el riesgo de demencia posterior.

La doctora Abell concluyó que "existe mucha evidencia que sugiere que mantener una presión arterial saludable en la mediana edad es importante tanto para el corazón como para el cerebro más adelante en la vida".

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