Conoce cómo sobrevivir a tus vacaciones sin aumentar de peso

Cuando estás de vacaciones, ¿cómo se puede resistir a la tentación de una pasta, alcohol o pizza?

Es casi imposible, y de acuerdo a los nutricionistas, lo mejor es que no los evites y tampoco cuentes las calorías, pero sí puedes hacer mejores elecciones y comer balanceadamente para no cambiar de talla al volver de tu merecido descanso.

La nutricionista May Simpkin compartió a Healthista.com sus mejores tips para ser lo más comedido que puedas y no subas de peso en tus vacaciones:

Sé precavido

Tus buenas intenciones pueden desaparecer en un instante desde el minuto que ya decides alimentarte en el aeropuerto. Encontrar una opción saludable es difícil, por lo que la experta recomienda llevar tu propia comida para asegurarte que estás comiendo algo sano. Entre las mejores alternativas tienes: Hummus con sticks de zanahoria, frutas, nueces sin sal o granola hecha en casa, chocolate amargo, té herbal, y una botella de agua para evitar tomar bebidas carbonatadas o con cafeína antes o durante el vuelo.

Come una gran comida al día

No importa si es desayuno, almuerzo o cena, elige cual será la comida del día en la que consumirás un gran plato y luego haz decisiones más saludables para el resto de ellas. Y si comes a la hora del brunch, puedes saltarte el almuerzo y comer una cena ligera.

Ve por lo local

Trata de investigar sobre las exquisiteces de la ciudad que visitas y experimenta con las distintas comidas, después de todo, es parte de la experiencia de conocer un nuevo lugar. Busca sus frutos y vegetales como opciones para probar primero, y deja las menos saludables para tu plato fuerte del día. Encuentra el supermercado o mercado local y compra alimentos frescos para tener en tu cuarto en caso de que quieras un snack a media tarde.

No rompas tus reglas saludables cuando pidas en un restaurante

No es necesario que abandones tus hábitos solo porque estás ordenando de un menú. Revisa si el restaurante tiene platos vegetarianos o carnes a la parrilla que puedas pedir, y si no incluyen vegetales, pídelos como acompañamiento. También puedes pedirle al mesero que cambie la guarnición de arroz, pasta o papas por vegetales.

Sé inteligente al momento del postre

Si hay un postre al cual no te puedes resistir, ¡pídelo sin remordimientos! Si por el contrario te das cuenta que solo quieres postre por seguir masticando, entonces déjalo pasar.

No te sobrepases con el alcohol

Cuando estamos de vacaciones, pareciera que cualquier momento es bueno para un coctel, una cerveza o un trago, pero si quieres cuidar tu peso, considera cuándo realmente la situación amerita una bebida alcohólica. Recuerda que opciones como un jugo de naranja con soda, o un jugo de limón pueden ser igualmente refrescantes y te ahorraras muchas calorías. Si nuestro consejo no te parece negociable, al menos elige tragos menos calóricos como una cerveza light o un vodka en vez de cocteles muy azucarados.

No comas todas tus comidas afuera

Además de ahorrarte dinero, (¡piensa que te puedes comprar esos zapatos que tanto querías!) esta es la oportunidad para probar lo que el supermercado local tiene para ofrecerte. Si no sabes qué comprar, puedes irte por la opción que se te hace más familiar y comprar algunos quesos con pan recién salido del horno y armarte tu propio picnic en el parque más cercano.

Muévete

Una de las mejores cosas de llegar a un nuevo destino es explorarlo en su totalidad; trata de caminar lo más que puedas, o renta una bicicleta. No solo disfrutarás de otra perspectiva de la ciudad sino que ademas podrás ejercitarte un poco.

Considera un complemento magnésico

Viajar puede causar líos con muchas de nuestras funciones corporales, incluyendo patrones del sueño y movimientos intestinales. Para esto es recomendable el magnesio, que ayuda al cuerpo a calmarse naturalmente, ya que relaja los músculos y alivia la constipación después de un día de turismo, sin mencionar que contribuye a que pases una mejor noche y combatas el jet lag según informó E!.