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Cinco datos sorprendentes sobre tu sistema inmune

El sistema inmunológico es el "escudo" que protege al organismo del ingreso de bacterias, gérmenes y virus. Cómo funciona y cómo fortalecerlo

La gente suele hacer referencia al sistema inmunológico cuando comienza a sentirse mal, pero, ¿cuántas personas comprenden realmente las complejidades de esta fuerza de trabajo interna?

Para decirlo claramente, el sistema inmune es una red de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para proteger el cuerpo. Es responsabilidad del sistema inmunológico decirle al cuerpo lo que es propio y lo que no. En casos raros crónicos, como la inmunodeficiencia primaria, el sistema inmune está ausente o no funciona correctamente, pero para la mayoría de las personas sanas, funciona separando lo que se considera un "amigo" de un "enemigo" (como bacterias, virus y parásitos). Con el fin de mantener el bienestar general, todos los órganos y células que componen esta red de defensa tienen tareas muy específicas.

1. El sistema inmune puede fallar

Está diseñado para trabajar para mantenerlo sano. Para la mayoría de las personas sanas, el sistema inmunológico se adapta a los cambios respondiendo a nuevos gérmenes como bacterias, virus y parásitos todos los días. Esta constante exposición a nuevos gérmenes permite que el sistema inmunológico aprenda a medida que crece, creando inmunidades día a día. Sin embargo, en casos raros, las personas con condiciones inmunes crónicas -como la inmunodeficiencia primaria- tienen un sistema defectuoso que no puede corregirse, como lo hace un sistema saludable, lo que las hace propensas a infecciones.

2. El estómago actúa como regulador

Aunque es un dato generalmente desconocido, la mayor parte del sistema inmunológico está en el intestino (o tracto gastrointestinal), según explica la doctora Katharine Woessner, una médica de California que se especializa en alergias, asma e inmunología. "El intestino es también la parte más difícil del sistema inmunológico ya que está regulando constantemente lo que está pasando", dijo. El sistema gastrointestinal es el principal "diferenciador" de las bacterias malas de las buenas que son clave para la salud general del sistema inmunológico. Esta comprobación intestinal comienza cuando un bebé está en el útero.

3. La glándula del timo tiene un sólo "mejor momento"

La glándula timo, una de las principales del sistema inmunológico, está en condiciones privilegiadas durante su primera juventud. El timo, localizado detrás del esternón y entre los pulmones, es responsable de producir un importante tipo de glóbulos blancos llamados linfocitos T o células T. Las células T inmaduras maduran en el timo y se convierten en una parte importante del sistema inmune innato y adaptable del cuerpo, como defensores principales contra las bacterias y los virus. Y, curiosamente, una vez que llega la pubertad, el timo comienza a encogerse y lentamente se convierte en un depósito de tejido graso.

4. Sí, se puede vivir sin el bazo

El bazo es uno de los mayores órganos linfáticos en el cuerpo y trabaja para limpiar la sangre de virus, bacterias y otros agentes de la enfermedad. Ubicado detrás del estómago y debajo del diafragma, este órgano multiuso filtra los glóbulos rojos defectuosos, así como almacena los glóbulos blancos que pueden producir anticuerpos.

El bazo crece temporalmente cuando el cuerpo está combatiendo una infección, pero si se rompe, tiene que ser removido. Aunque se puede vivir sin el bazo, lógicamente es más fácil mantenerse en óptima salud con él, de acuerdo con la prestigiosa Clínica Mayo. "Su sistema inmunológico tiene un montón de redundancias incorporadas", dijo Woessner, por lo que en la mayoría de los casos si hay deficiencias, también hay muchas maneras de solucionarlas.

5. Los anticuerpos son una infantería microscópica

Cuando el cuerpo detecta gérmenes, o sustancias extrañas que provocan una respuesta inmune, esto puede desencadenar la creación de anticuerpos. Una vez creados, los anticuerpos "recuerdan" a los invasores y evitan que estos mismos antígenos repitan un ataque. Este descubrimiento científico hizo que la eficacia de las vacunas fuera una realidad.

Aunque los anticuerpos son el ejército del cuerpo, de todas maneras cuidar el organismo de agentes externos puede mantenerlo funcionando sin problema. Lavarse las manos es una de las formas más efectivas de prevenir la propagación de enfermedades. Pero aunque en general muchos lo saben, pocos lo hacen realmente después de ir al baño, cambiar pañales, tocar animales, limpiar y antes de cocinar o manipular alimentos.

Los cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a brindar cierto apoyo al sistema inmunológico incluyen también dormir lo suficiente, hacer ejercicio regularmente, comer alimentos saludables y practicar técnicas para reducir el estrés, como la meditación y el yoga. Sin embargo, las personas que sienten que se enferman más a menudo que de costumbre deben consultar a su médico para corroborar que su sistema inmunológico funcione correctamente.

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