Patricia Ortega a VERSIÓN FINAL: “Estrenar cine en Venezuela es una pérdida”
Patricia Ortega trabaja con pasión desbordante. Su amor por el cine se le sale por los poros y es innegable que pone todo su esfuerzo en tratar de crear historias que entren en el corazón de la gente. Actualmente, la cineasta marabina trabaja en la producción de su próxima película Yo, imposible, que espera estrenar en 2018.
La directora de El regreso habló con Versión Final, no solo de la realización de su nuevo trabajo, sino de lo difícil que resulta hoy día poder hacer cine en el país.
A pesar del profundo amor que siente por las raíces zulianas y venezolanas, y de ser una seguidora de la producción nacional, reconoce que hacer películas para estrenarlas en Venezuela es menos rentable y conveniente que nunca.
“Las películas criollas no pueden contar con la taquilla nacional. Estrenar en el país es una pérdida. Con lo poco que se adquiere por las entradas es imposible cubrir todos los gastos que se hacen para poder llevar el trabajo a la pantalla grande. Las cintas nacionales se están estrenando aquí por puro compromiso con el público”.
Primero en el extranjero
Para Ortega, la solución ante esto no es quedarse con los brazos cruzados e inundarse en quejas. Explicó que para poder recaudar y tener una fuente de ingresos, hay que mirar con insistencia al mercado internacional.
“Hay que garantizar que la película se venda fuera del país para poder ganar dinero. Buscar una coproductora extranjera que esté interesada en el producto. Esa es una prioridad. Además de presentar la propuesta en festivales internacionales y mercadearla. Entonces, después sí estrenarla en el país. Que el trabajo genere ganancias es lo que va a permitir que siga surgiendo el cine hecho aquí”.
Amante del séptimo arte, y eso es muy obvio, la peliroja se puso en el lugar del espectador. Dijo que ella misma tiene cinco meses sin ir al cine a ver películas. “Antes iba todos los viernes, pero ahora eso no puede hacerse. Ir al cine golpea fuerte el bolsillo”.
Yo, imposible, su nueva película, terminó de grabarse el pasado 17 de diciembre y es una coproducción entre Colombia y Venezuela. Está siendo editada en el vecino país por Mauricio Vergara, es producida por Mandrágora films Zulia y por la casa colombiana Antorcha films. Cuenta con el aporte financiero del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), la Villa del cine, Xenon films y el Fondo de desarrollo cinematográfico (Colombia).
Con Yo, imposible, la creadora se va de lo localista de su ópera prima El regreso (2013), en la que recreó la historia de la masacre que hubo en La bahía de Portete, en la Alta Guajira, en el año 2004 a lo universal del tema de la diversidad de género.
“Esta película tiene un concepto universal. Fue grabada en Mérida, pero puede haber sido filmada en cualquier otro lugar del mundo. La pensamos como una producción internacional porque de esa manera hacemos crecer nuestro cine y ganamos audiencia en otros países”.
