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Inauguran una amplia muestra de arte mexicano en París

Decir arte mexicano es decir Diego Rivera, Frida Kahlo o José Clemente Orozco. Una gran muestra que se inaugura este martes en París busca ir más allá, con una excepcional reunión de obras de artistas del siglo XX.

"Es una ocasión única", comenta a la AFP Agustín Arteaga, curador mexicano de la exposición que permanecerá abierta en el Grand Palais hasta el 23 de enero próximo. "Es muy poco frecuente que se pueda reunir un conjunto tan importante de piezas en una sola muestra", destaca.

Una decena de museos entre los más importantes del mundo, incluyendo el MoMA de Nueva York, el Prado de Madrid o el Malba de Buenos Aires accedieron a prestar obras, además de coleccionistas de Estados Unidos, Inglaterra, España y Argentina, entre otros.

En total 202 cuadros, dibujos y esculturas integran la muestra "México 1900-1950, Diego Rivera, Frida Kahlo, José Clemente Orozco y las vanguardias", presentada en dos niveles.

"La idea de la muestra es permitir al público acceder a un arte mexicano que va mucho más allá de los tres grandes", dice Arteaga.

Dividida en cuatro partes, la exposición arranca con obras del siglo XIX que muestran los antecedentes de arte burgués pero que ya reflejan la riqueza étnica del país.

"Muchos piensan que todo el arte mexicano viene de la revolución, eso es sólo parcialmente cierto", señala Arteaga. "Desde 1867, ya existía la necesidad de reformular la idea del país". El óleo "El sepelio", pintado en 1889 por José Jara, ilustra esa realidad.

- Estridentismo y mujeres destacadas -

A principios del siglo XX, otros mexicanos optaron por viajar a París, entonces capital mundial del arte, donde artistas como Rivera, Angel Zárraga o Roberto Montenegro se impregnan de las vanguardias del cubismo y el futurismo, para luego regresar a México a reencontrarse con su propia tradición y crear un estilo propio.

La Revolución mexicana, a partir de 1910, desempeñará un papel de catalizador decisivo en la construcción de esa identidad.

"La revolución fue una guerra civil con una violencia horrorosa, pero hizo al mismo tiempo reflexionar sobre la igualdad y el progreso social", comenta el curador.

Allí aparece el muralismo y sus principales exponentes, Rivera, Orozco y David Alfaro Siqueiros. Pero también otras corrientes, opacadas por la notoriedad de estos grandes, como el estridentismo --influenciado por el movimiento futurista europeo, el Dada y el ultraísmo-- dirigido por el poeta Manuel Mables Arce.

Los artistas Ramón Alva de la Canal, Germán Cueto y Fermín Revueltas pertenecieron a esa corriente, que afirmaba la superioridad de la ciudad y la tecnología.

Los grandes muralistas comenzaron a vender su arte en Estados Unidos y, a su vez durante la Segunda Guerra Mundial, México acogió a artistas exiliados, como la surrealista Leonora Carrington. Tras el conflicto, Nueva York se consolidó como capital del arte.

El reconocimiento de Frida Khalo, de quien la muestra incluye entre otras obras el famoso óleo "Las dos Frida" (1939), excepcionalmente prestado por del Museo de Arte Moderno de México, también opacó a otras mujeres artistas de gran valor.

Fotografías de Tina Modotti y Lola Ávarez Bravo lo demuestran, al igual que una impactante Nahui Olin, que posó en los años 1930 para Rivera o para el francés instalado en México Jean Charlot y desnuda para los fotógrafos Edward Weston y Antoño Garduño. Los cuadros de esta mujer de cautivante mirada --todas las obras que inspiró destacan sus ojos-- exploran el erotismo y pertenecen a la corriente "naif".

La organización de la muestra costó unos 3 millones de euros, de los cuales México aportó la mitad. La inauguración está prevista para la noche de este martes, en presencia en particular de la canciller mexicana Claudia Ruiz Massieu y la ministra de Cultura francesa Audrey Azoulay. La muestra quedará abierta al público a partir del miércoles.

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