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Los animales huidos de la guerra hallan la paz en un santuario en Jordania

De los trece animales rescatados en Alepo, ocho permanecen en Jordania; un león y dos tigres fueron derivados a Sudáfrica; las dos hienas y la tortuga, a Nueva York, y el perro fue adoptado por una familia canadiense

Un grupo de leones, tigres y osos que fueron rescatados de Irak, Siria o Gaza, tras haber sido abandonados a su suerte en medio de bombardeos y cruentos combates, han encontrado la paz en un santuario para animales en el norte de Jordania.

La osa Lula, que escapó de los intensos combates callejeros en plena ofensiva contra los yihadistas en Mosul, en Irak; o los leones Hamzeh, Kahrba, Dana y Halab, que abandonaron un parque temático en Alepo, en Siria, ahora viven en un "paraíso" natural, dijo a Efe el gerente ejecutivo de la reserva Ma'awa, Mark Trela.

Este espacio ubicado en la cumbre del monte Manara, cerca de la ciudad de Yerash y a 40 kilómetros al norte de Ammán, se ha convertido en el hogar permanente de 23 animales, incluyendo quince rescatados en la guerra y otros ocho confiscados por las autoridades jordanas cuando iban a ser vendidos de contrabando.

"Para ellos, esto equivale al paraíso, en comparación con sus sufrimientos a lo largo de años de cautiverio", dijo Trela, aludiendo a las malas condiciones de algunos zoos en los que se encontraban las fieras.

Los animales fueron sacados de Siria o Irak por la ONG Four Paws, con sede en Austria, en complejas operaciones de rescate, y fueron trasladados en avión a Jordania, donde se creó este santuario en 2016 en asociación con la Fundación Princesa Alia.

Este entorno se extiende por un área de 70 hectáreas de pinos y robles, y está dividido en recintos que simulan el hábitat original de los animales, en los que cada fiera cuenta con cerca de una hectárea de espacio.

"Los recintos específicos para cada especie aseguran que los animales tengan suficiente espacio y las condiciones adecuadas para adaptarse mejor a sus necesidades naturales", explicó Trela.

Algunos de los animales sufrieron condiciones muy duras antes de ser rescatados, como la osa Lula, que fue una de las pocas supervivientes de un pequeño zoo privado ubicado en el centro de Mosul cuyo dueño huyó de los combates entre las fuerzas iraquíes y el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en 2017.

La mayoría de los animales de ese pequeño zoo murieron de inanición o por enfermedades, enclaustrados en pequeñas jaulas en las que se amontonaban las heces, hasta que un vecino encontró a un oso, un león y cuatro lobos, famélicos supervivientes, y comenzó a alimentarlos antes de que se hiciera cargo Four Paws.

El león, llamado Simba, ha sido enviado desde Jordania a la reserva de Lions Rock en Sudáfrica, mientras que los lobos han sido derivados al centro New Hope, en Jordania.

La operación de rescate más compleja y peligrosa fue la que permitió sacar de Siria a trece animales del parque temático Magic World, ubicado en la localidad de Kafr Naha, a 20 kilómetros de Alepo, una de las zonas más castigadas por la guerra en ese país.

El superintendente del santuario, Mustafa Khraisat, explicó que la ONG sacó a los animales (cinco leones, dos osos, dos tigres, dos hienas, una tortuga y un perro) "de contrabando" y en un momento de bombardeos en la zona por el régimen sirio y de Rusia.

"El intento fue interrumpido por primera vez por las fuerzas del Estado Islámico, pero a través de ciertas tácticas, Four Paws finalmente logró sacarlos de contrabando a través de la frontera sirio-turca y desde Turquía los llevaron a Jordania en avión", relató Khraisat.

De los trece animales rescatados en Alepo, ocho permanecen en Jordania; un león y dos tigres fueron derivados a Sudáfrica; las dos hienas y la tortuga, a Nueva York, y el perro fue adoptado por una familia canadiense.

En la reserva también habitan cuatro leones que se salvaron del zoológico de Gaza en 2014 durante un intenso bombardeo israelí, además de ocho fieras (5 leones, 2 tigres de Bengala y un oso pardo) confiscadas por las autoridades jordanas a personas involucradas en el contrabando.

Trela, el director del lugar, señaló que los seres humanos deben ser "responsables de la protección de los animales cuando están en peligro".

Esta historia "debería inspirar a los líderes políticos a unirse por la paz en lugar de involucrarse en las guerras", zanjó.

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