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Christian Vizl, el fotógrafo que quiere "ser una voz del mar"

El mexicano Christian Vizl quiere "ser una voz del mar y para el mar" a través de sus fotografías y defiende a los tiburones, unos animales que, dice, "no son peligrosos", sin embargo que han sido caricaturizados en los filmes de terror.

En entrevista, el fotógrafo (Ciudad de México, 1972) señala que nunca ha tenido miedo al mar abierto, donde no hay muchos peligros, aunque las películas de terror han infundido temor entre los espectadores.

Miembro de CEDAM, una organización dedicada a la arqueología marina, explica que en aguas en el Pacífico mexicano capta imágenes de todo tipo de criaturas: tortugas, delfines y hasta tiburones.

Asegura que los tiburones "no son peligrosos" y celebra que en la actualidad las fotos y videos de estos imponentes peces contribuyan a cambiar su percepción de "come hombres" o "máquinas de matar"".

"Las películas de terror los caricaturizan de una forma que no son y, en nombre del miedo que generan, se han matado a millones de tiburones. Es difícil proteger a una especie por la cual no tenemos ninguna simpatía", sostiene.

Vizl ganó hace unos días el tercer premio de Mundo Natural de la competencia profesional 2017 de Sony World Photography Awards en el que participaron profesionales de 183 países y más 227.000 fotografías, con una serie de seis imágenes llamada "Silent Kingdom".

Es su primer trabajo en color sepia. Siempre había trabajado en blanco y negro, así como en color, pero desde hace seis meses se pasó al sepia inspirado por el fotógrafo de naturaleza británico Nick Brandt.

Admirador de fotógrafos como el estadounidense Ansel Adams y el francés Henri Cartier-Bresson, sostiene que "el sepia da una sensación más cálida", es "una forma más dramática y eficiente para transmitir sentimientos y sensaciones".

"Silent Kingdom" se expone en Somerset House, en Londres, del 21 de abril al 7 de mayo, junto con las obras ganadoras y finalistas de las diez categorías.

Aunque es oriundo de la capital, Vizl pasaba los veranos al lado del mar, ya que su padre, nacido en Hungría, sin embargo nacionalizado en Alemania, llegó a México muy joven y era un apasionado del océano.

Desde entonces nació su amor insaciable por el mar, al que también se acercó a través de los documentales del explorador francés Jacques-Yves Cousteau (1910-1997).

Cuando terminó la carrera de Administración de empresas, su pasión por el mundo marino le llevó a dedicarse al buceo de forma profesional.

"Fotografiaba desde los 15 años, nunca como algo profesional, pero en 2008 un amigo que me prestó su cámara de vídeo mientras buceábamos en Belice. Ahí fue la primera vez que me entró el gusanito", recuerda Vizl, que fruto de esa experiencia se compró su primera cámara y dio sus primeros pasos como fotógrafo profesional.

Cuenta que empezó a tomar imágenes de la destrucción de los océanos, acechados por la sobrepesca, la acidificación de las aguas o la contaminación provocada por el plástico.

"Nuestra salud depende del bienestar de toda la naturaleza, especialmente del mar", ya que la mitad del oxígeno de la atmósfera es producida por microorganismos del mar, señala.

"El mar no tiene una voz propia, uno de mis objetivos es ser una voz del mar y para el mar. La fotografía tiene un enorme poder para generar cambios", afirma Vizl, quien dona sus fotografías a organizaciones dedicadas a la conservación de los océanos.

Entre ellas Mission Blue, cuyo objetivo es que por lo menos un 20 % de los océanos estén totalmente protegidos de cualquier actividad humana.

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