El diario plural del Zulia

Baghdaddy: Nueva York convierte la guerra de Irak en un musical

La guerra de Irak puede no sonar como una comedia musical, pero la reposición de una obra sobre el tema en el circuito off-Broadway, está convirtiendo la tragedia en una farsa con fuertes mensajes para los Estados Unidos de Donald Trump.

"Baghdaddy", que se estrenó el lunes por la noche, cuenta la historia real de un desertor iraquí con nombre-código Curveball, que asegura que las armas de destrucción masiva fueron una justificación para la invasión liderada por Estados Unidos en 2003.

"Si pones 'Hamilton' y 'The Office' en una licuadora, te da como resultado este show", dice el productor Charlie Fink en referencia al éxito de Broadway sobre el padre fundador de Estados Unidos, Alexander Hamilton, y la serie de comedia televisiva.

La trama comienza en el presente con unos desgraciados espías de la CIA reunidos en un grupo de apoyo -algo como Espías Anónimos- donde buscan comprensión y redención por errores que los acechan años más tarde.

La acción va luego atrás en el tiempo hasta el aeropuerto de Frankfurt, donde el informante ofrece negociar aparentes secretos de un presunto programa de armas biológicas de Saddam Hussein para asilo político. 

La inteligencia alemana consulta a la CIA, donde analistas impulsados por la ambición, amores de oficina y jefes intransigentes ven a Curveball como un boleto para esquivar la rutina diaria y un camino rápido al ascenso.

Pero la creciente farsa rápidamente da paso a los ataques del 11 de setiembre, cambiando la comedia por tragedia y el inicio de una guerra que aún se pelea hoy, 14 años después de una invasión que no encontró armas de destrucción masiva.

Es un guión acelerado, tejido en un estrecho marco temporal, que mezcla el teatro musical tradicional y la danza en grupo con pistas de hip hop que conllevan la advertencia de que la historia no debe repetirse.

Fink dice que es más relevante que nunca en el clima actual de "noticias falsas" y "hechos alternativos", ya que algunos temen que Trump pueda arrastrar al país hacia otro conflicto, si no es en Siria, en Corea del Norte.

"Tiene una inmediatez que no tenía en 2015 y una sensación de que estamos haciendo todo esto de nuevo", dice Fink, en referencia a una breve presentación de la obra hace dos años.

- 'Aterrador' -

"Se siente como un tiempo en el que las reglas están siendo reescritas y la autoridad está escuchando sus instintos más que escuchando hechos o análisis. Y eso es aterrador", dice Fink.

El primer preestreno el 6 de abril coincidió con el día en que el presidente ordenó un ataque con misiles a una base aérea de Siria, la primera acción directa de Estados Unidos contra el régimen sirio.

Con bajo presupuesto y trabajando en ella desde hace 10 años, sólo hay ocho actores que interpretan los seis roles principales. "Baghdaddy" vuelve así a la cima de la temporada de Broadway, compitiendo con más de una docena de nuevos espectáculos.

También extiende la responsabilidad por la invasión de 2003 a lo largo y ancho, no solo de la puerta del entonces presidente George W. Bush o del gobierno estadounidense, sino de todo el país y sus aliados occidentales en general. 

"Todos lo hemos estropeado", dice Marshall Pailet, director, co-escritor y compositor. Lejos de ver a la comedia como inapropiada, él cree que es un gran vehículo para hacer pensar a los asistentes al teatro de Nueva York.

"Al abrir sus mentes y sus corazones con la comedia, estamos capacitados para entrar en sustancia, historia, carácter y una lección".

A.D.Penedo, quien escribió las letras de las canciones y co-escribió el libro, admite que era intimidante convertir el tema en un musical que entretuviera y a la vez le enviara a la gente un mensaje claro.

"Queremos que se entretengan y se conmuevan", dijo. "Pero queremos que se lo lleven... que aunque sientas que no te importa, en realidad sí lo hace, y que hay ramificaciones para tus acciones". 

El show está programado para presentarse hasta el 18 de junio en el St Luke's Theatre, un sótano a pocos pasos de Times Square.

Pero la obra nunca se ríe de la guerra en sí misma. Más de 4.500 soldados estadounidenses han muerto en Irak desde 2003. Algunas estimaciones sobre el número de civiles que han perecido ubica el rango entre 173.916 hasta casi medio millón.

"Todos somos responsables", dice Fink. "Una herida en el mundo que no será curada con lágrimas ni risas".

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