El diario plural del Zulia

Alexya Larios a VF: Mi próximo proyecto será en el cine

No participará en la próxima temporada: Super Shore. Planea dedicarse al diseño gráfi co o a la arquitectura

La semana pasada finalizó la cuarta temporada de Acapulco Shore. Luego de unas vacaciones llenas de adrenalina, licor y desenfreno en la Riviera Maya, Alexya Larios revela sin tapujos los detalles de su paso por este reality que la sacó del anonimato. Aunque confiesa que ser una “shore” nunca estuvo entre sus planes, sin temor se montó a este tren lleno de aventuras y diversión que, por los momentos no disfrutará en una próxima temporada.

A pesar de que no participará en Super Shore, sus proyectos en el cine y la televisión no se detienen. En una entrevista exclusiva con Versión Final reveló que luego de haberse formado en las artes escénicas, participará en su primer proyecto cinematográfico, además de ser la protagonista de su propia película llamada Vida.

—¿Cómo recuerdas tu paso en Acapulco Shore?

—Entré gracias a un casting surgió de una forma bastante peculiar. En las redes sociales leí una publicación de una amiga que decía: Alguna amiga rubia y guapa que le interese aparecer en un reality show famoso. Entonces yo respondí con sarcasmo a su comentario. Fue así que más tarde me contactó la producción. Confieso que siempre he sido creyente en las causalidades más que en casualidades. Estoy feliz por haber tomado este tren lleno de aventura y diversión.

—¿A qué te dedicabas antes?

—Soy actriz de teatro y televisión. Mi próximo proyecto será en el cine, mi mayor anhelo. Tuve la oportunidad de estudiar en New York y en México, mi país, donde fui egresada del CEA Eugenio Cobo de Televisa. Me apasiona lo que hago, amo todo lo relacionado con el arte. Disfruto de la pintura al óleo. Quiero estudiar algo referente a diseño gráfico o arquitectura.

—¿Qué aportó tu personalidad al grupo de Acapulco?

—Pienso que cada cabeza es un mundo, y cada persona está ocupada siendo sí misma. Por lo tanto, no hay tiempo para copias. Cada uno de los integrantes le da un rico toque de personalidad al programa. Siempre intento ser como en mi vida misma, tener una personalidad neutral. No me gustan los problemas, huyo de ellos, pero cuando me alcanzan y caigo en provocación, los disfruto. Confieso que me gusta exprimirlos y resolverlo de la manera más pacífica posible. No intento agradar a nadie, por lo mismo me mantengo al margen.

—Tony tiró la toalla antes de terminar las vacaciones ¿Tu estuviste apunto de hacerlo?

—Nunca digas nunca. Pero dudo que Alexya se hubiese ido tan fácil de esta casa. En todas las familias existen problemas y por esos percances no iba a dejar de amar a mis compañeros y de apoyarlos hasta la muerte.

—Algunos de tus compañeros confesaron que durante el reality no sobresaliste por ser “aburrida”. Sin embargo, aún seguiste hasta el final…

—La vida es como un espejo. Lo que ellos ven, es lo que identifican de sí mismos. Pienso que no es cuestión de aburrimiento lo que define a una persona.

—¿Qué fue lo más difícil de convivir durante varias semanas con ocho extraños?

—Soportarlas y gobernarme frente a las provocaciones del enemigo malo.

—En Acapulco se vive un mundo lleno de fiestas, licor y mucho sexo. Se te vio disfrutar de todo y del sexo solo una vez. ¿A qué se debe?

—A que si es cotidiano, no me interesa. Es el 2017 y hay gente que apenas está descubriendo los beneficios de la soledad. No me juzguen, ya la practico a diario.

—Ser “perrísima” es una de las exigencias para entrar al reality. ¿Eres ángel o diabla?

—La mejor recomendación que les puedo dar para la vida es: vivan la vida con pasión. Una vez aprendido el papel, aún falta público y aplausos. Por eso yo soy ángel de día y demonio en la noche, con el diablo adecuado, claro.

—Según Potro, solo quería “una noche, una chingada” ¿Aún sigue vigente tu atracción hacia él?

—El que me prueba repite, es mi ley de vida. Deseémosle suerte, que aún él no me convence. No suelo calentar lo que no me voy a comer.

—Durante toda la temporada, roces y diferencias entre tú y Karime fueron evidentes ¿Cuál es el trasfondo de esos conflictos?

—No intenté ganar su aprobación. Lo que ves es lo que soy. No mentiré por convivir. A mí la gente que no se mete en la vida de los demás y se dedica a vivir su propia vida, me cae a toda madre.

—¿Cuál fue la experiencia más “loca” que te tocó vivir?

—Sin duda, sobrevivir alcoholizada más de un mes. También tener que compartir el baño, cuarto, sueños, rasguños y sombrerazos con mi nueva familia.

—Acapulco es una plataforma para salir del anonimato, ¿Cómo te visualizas después?

—Amo lo que hago y disfruto a cada segundo que la vida me brinda. Desconozco cuándo, pero sé a dónde voy. Disfruto del paisaje. Soy la protagonista de esta mi película llamada vida, disfruto del drama. Hay personas que son hogares, por eso, cuando nos vamos queremos regresar.

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