Salto a la gloria
Sin sobrarle demasiado, Yulimar Rojas cumplió en su primera jornada de salto triple femenino y se apuntó en la final de la categoría a disputarse hoy desde las 9:00 p. m. en el estadio Olímpico de Brasil.
La atleta de 20 años logró su mejor marca en su primer intento, en la que impuso un registro de 14,21 metros, para quedar clasificada en el séptimo lugar dentro de las 12. La criolla llegó a Río con grandes credenciales luego de una exitosa cosecha de méritos a lo largo del año. Apenas es una de las dos atletas que esta temporada ha podido superar los 15 metros (15,02) esta temporada junto a la colombiana Catherine Ibarguen. También se tituló campeona mundial bajo techo en Portland, además de imponerse en la Liga de Diamante.
Precisamente, la colombiana con un solo salto de 14,52, avanzó con el mejor récord de la jornada.
Enciende las alarmas
Pese a tales referencias, no fue el mejor desempeño de Yulimar. La criolla dejó serias dudas en su segundo y tercer salto, donde desmejoró con marca de 13,79 y de 12,89, este último, su peor registro en lo que va de año. Rojas confesó posterior a la competencia que afrontó molestias en un tobillo después del primer salto.
Sin embargo, la primera embestida resultó suficiente para ganarse un lugar en la final y buscar destronar a la campeona olímpica vigente, la kazaja Olga Rypakova (tercera mejor marca) y dar la campanada a la favorita Ibarguen, doble campeona mundial y subcampeona en Londres 2012.
“Hoy (ayer) cometí algunos errores y tuve un poco de molestia en mi tobillo luego del primer salto, pero mañana (hoy) es otro día y nada está escrito”, dijo la anzoatiguense, ilusionada con la posibilidad de medalla en su primera participación en unos Juegos Olímpicos. “Para mí estar aquí es una felicidad. Estar en una final olímpica es lo más grande, pero yo vengo por un mejor registro y mañana iré por más”, aseguró la criolla, quien espera estar recuperada para la final.
“Estoy centrada en la competencia y los doctores sabrán lo que tienen que hacer con mi tobillo para estar en mi mejor forma”.
Rojas se perfila como una de las pocas esperanzas que guarda Venezuela en su deseo por hacer presencia en el podio de Río de Janeiro, donde otros atletas que llegaban con buenas credenciales fueron quedando en el camino. La tarea de Yulimar será titánica para colgar la primera presea venezolana en el medallero, donde la nación continúa ausente. La medalla podría ser la segunda en la historia del atletismo venezolano en unos Juegos, detrás de la conquista de Asnoldo Devonish en Helsinki 1952, cuando se acreditó el bronce, al igual que Yulimar, por el salto triple.
