Rivero brilla por su dominio en el morrito
El principal argumento de Felipe Rivero es una recta meteórica, capaz de sobrepasar con frecuencia las 100 millas por hora, pero su cambio, slider y curva complementan a la perfección la impresión que causa en los bateadores enfrentar semejante velocidad. Rivero tiene una minúscula efectividad de 0.68 en 40.0 entradas lanzadas, todo gracias a su sapiencia para combinar sus recursos. Entre los relevistas de las Grandes Ligas este año, su promedio de carreras limpias recibidas es la segunda más baja, solo superado por Pat Neshek (0.59).
El venezolano fue nombrado a inicios de junio como el cerrador de los Piratas de Pittsburgh, tras los problemas del zurdo Tony Watson para sellar los triunfos. Desde ese momento, el criollo ha cumplido a cabalidad con el rol de taponero, aunque en una situación distinta para cualquier cerrojo: logrando rescates de más de 1.0 capítulo.
Los tres salvados que suma este año, Rivero salió en todos al llamado de los bucaneros desde el octavo episodio. El 10 y 11 de junio, tiró 1.1 inning en cada juego ante los Marlins de Miami para sumar a su primeros rescates del 2017, mientras que en el tercero trabajó por espacio de 1.2 episodios ante los Cachorros de Chicago, el 17 de junio.
“No te preparas para eso, tienes que estar listo siempre”, aseguró el yaracuyano a MLB.com. “Lo que sea que vaya a pasar en el juego, yo tengo que estar preparado para enfrentarlo”.
La flexibilidad que le otorga Rivero al mánager Clint Hurdle, de mantenerse sobre el morrito por más de una entrada, es una de las razones por la que decidieron alternarlo junto al dominicano Juan Nicasio en la final del juego, tras la destitución de Watson como cerrador. “No es la forma en la que tenemos planificado utilizarlos, pero tienen la capacidad de hacerlo y están dispuesto a lanzar más de un episodio”, comentó Hurdle. “Ellos saben que el equipo necesita lograr las victorias”.
Lanzan elogios
Su espectacular trabajo sobre la lomita de los Piratas ha generado comentarios positivos de sus rivales sobre su rendimiento. A Rivero le batean este año .152 a su recta, .143 al cambio y .125 a la slider.
“Tiene muchos recursos”, aseguró el mánager de los Cardenales de San Luis, Mike Matheny. “Él (Rivero) esconde la pelota y pone pensar mucho a los bateadores, no saben si tocar la pelota o hacerle swing. Tiene cosas muy buenas, de eso no hay duda”.
El salto de calidad que le ha dado Rivero en los tramos finales le permite a los Piratas tener en junio su mejor récord en esta temporada. En el tercer mes de campaña, tiene récord de 11 victorias en 22 juegos, jugando exactamente para .500, en mayo dejó registro de 13 lauros y 17 descalabros y en abril fue de 11-13.
