Peligra temporada de béisbol en el “Luis Aparicio” por robo de cableado

El hampa se adueñó del estadio Luis Aparicio “El Grande”, de Maracaibo. Tres meses faltan para que la pretemporada de las Águilas del Zulia arranque y cuatro para que la temporada 2018-2019 se inaugure, pero la cercanía de las emociones del béisbol profesional venezolano se puede alejar de la tierra del sol amado.

La inseguridad se apodera del reciento deportivo una vez se oculta el sol. No hay alumbrado que apoye a los vigilantes que tratan de resguardar las instalaciones; situación que es aprovechada por “ladrones, huelepegas y para actividades sexuales”, aseguran los trabajadores del equipo rapaz, que a diario realizan sus labores en el parque.

Los dueños de lo ajeno se apropiaron recientemente de una parte del cableado de la torre 5 y 6 del recinto deportivo, dejándolas inoperativas. Además hay otro par, la 6 y 8, que no funcionan por averías. Las cuatro dependen de la revisión de una empresa transnacional para conocer el monto total de la inversión que tendrá que hacer los rapaces para asegurar el alumbrado de la próxima campaña.

La cifra podría ser milmillonaria. En el inicio de la zafra 2017-2018 una de las torres explotó y tuvieron que desembolsar 75 millones de bolívares, al tratarse de cuatro torres y con el aumento acelerado del precio del dólar negro la cantidad que requieren podría ser importante.

 “Si continua esta situación estamos en riesgo de que no se juegue la temporada en Maracaibo. Tenemos tiempo para colocarlas al 100 %, pero si se siguen robando las cosas sí se pondrá en riesgo la temporada”, aseguró el gerente de operaciones Yurinder Rincón a Versión Final, en una visita que hizo este rotativo al Luis Aparicio.

Sin el alumbrado completo, cuatro de las ocho torres están dañadas, no se podrá efectuar el certamen en Maracaibo, dejando a la ciudad sin otro equipo profesional. Gaiteros del Zulia no juega en el estado por la desidia que reina en el Gimnasio Cubierto Pedro Elías Belisario Aponte, mientras que Guerreros del Lago fue vendido.

“Arreglamos una cosa, pero dañan otras. Actualmente tenemos 4 torres sin funcionar, dos deben ser inspeccionadas por una empresa en Valencia, que fue la hizo la instalación. El sistema de iluminación del Luis Aparicio llegó a ser el primero de Venezuela”, precisó Rincón.

Víctimas frecuentes

A las dos torres objeto del hurto solo le quitaron un metro de dos moños de 20 cables, desconocen si se trata de un saboteo para que no se realice la temporada. La denuncia fue llevada al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, y a todos los órganos competentes para sus averiguaciones, pero temen que queden en el aire como el resto de las acusaciones.

Aires acondicionados de los palcos de la pizarra y anotadores, cableados de las taquillas y luces que están sobre el techo de las tribunas, grifería, juegos de sanitarios, decodificadores y controles de Directv han sido hurtados en “El Grande” desde que culminó la zafra.

“Estamos preocupados. La situación cada día está más complicada para nosotros, pensando en lo que viene”, señaló Rincón. “Tenemos un equipo de seguridad privada interna, que nosotros manejamos y contratamos, pero si no contamos con el apoyo de la Gobernación es complicado”.

“Estamos usando el dinero que es para la parte deportiva, como traer jugadores, en arreglar el estadio, va a estar cuesta arriba esta temporada para nosotros. Ya nosotros tenemos un calendario, tenemos muchas ganas de montar la temporada, pero cada sede tiene sus conflictos internos”.

Las instalaciones del estadio Luis Aparicio están bajo el resguardo de la Gobernación del Estado Zulia y son prestadas a las Águilas a través de un comodato. “El Gobernador todavía no se ha pronunciado, nosotros tuvimos un acercamiento con él para trabajar mancomunadamente, pero necesitamos que todos rememos para el mismo lugar. Se ha hecho todo lo pertinente pero no tenemos ningún tipo de respuesta ni detenidos”, explicó el gerente de operaciones rapaz.

Los baños que son usados por los fanáticos durante la campaña son una de las victimas favoritas de los hampones. Al menos tres han quedado totalmente inoperativos, mientras que están tratando de reforzar la seguridad del resto que se mantiene en condiciones.