El diario plural del Zulia

Neymar amenaza con poner fin al 'bipartidismo' futbolístico

En momentos en los que en las principales democracias occidentales parece que el bipartidismo político llega a su fin, el brasileño Neymar, a sus 23 años, tercero en las votaciones al Balón de Oro entregado el lunes, parece, hoy por hoy, el único capaz de acabar con el 'bipartidismo' futbolístico instaurado por Messi y Cristiano Ronaldo.

El argentino Lionel Messi ganó el lunes su quinto Balón de Oro y desde 2008 domina junto a Cristiano Ronaldo (ganador de otros tres) el premio individual más importante en el mundo futbolístico. Y desde 2007, cuando ambos secundaron al brasileño Kaká, los dos han estado presentes en el podio cada año (salvo CR7 en 2010).

Semejante 'tiranía' no la había conocido el fútbol en toda su historia. Fernando Torres, Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Franck Ribery o Manuel Neuer se fueron relevando en el podio en todos estos años, pero muchas veces era más por méritos de sus equipos que por los propiamente individuales, donde no podían competir con dos hombres incapaces de saciar su hambre de récords.

Pese a que al final contó sólo con algo menos del 8% de los votos (por el 41% de Messi y el casi 28% de Cristiano), la presencia de Neymar en el Palacio de Congresos de Zúrich no pareció intrascendente.

Muchos ven en el crack de la Verdeamarelha el hombre que acabará con la bicefalia Messi-Cristiano. "Que Neymar gane el Balón de Oro es cuestión de tiempo", pronosticó poco antes de la gala el brasileño Kaká, el último hombre en ganar el prestigioso trofeo antes del dominio del argentino y del portugués.

Más maduro

"Neymar ha mejorado mucho desde que se fue a jugar a Europa; su juego es mucho más maduro", argumentó en una entrevista a la web de la FIFA.

"Va a llegar hasta donde él quiera. Depende de él, porque tiene todas las condiciones. Y además de ser un gran jugador es una grandísima persona", dijo de Neymar su compañero Messi, en una conferencia de prensa antes de recoger su quinto Balón de Oro.

Por lo que respecta a la gala y a los premiados, varias conclusiones: el fútbol español sigue siendo el gran triunfador en este tipo de festejos (podio del Balón de Oro, Mejor Entrenador del Año con Luis Enrique y ocho de once jugadores en el equipo ideal), sobre todo comparándolo con la todopoderosa Premier League, que se jacta de ser el mejor campeonato del mundo, pero que no tuvo ningún representante en la ciudad suiza.

Pese a la superficialidad que rodea muchas veces al fútbol, la gala del lunes tuvo dos momentos especialmente emotivos: el trofeo al mejor gol del año para Wendell Lira, un modesto jugador de la regional brasileña que por un día pudo ver cumplido el sueño de codearse con las estrellas y el premio simbólico Fair Play a todas los clubes y organizaciones deportivas que han colaborado en facilitar la integración de los miles de refugiados que huyen de las zonas de conflicto.

Premio de técnicos

Un bonito detalle de la FIFA que no puede ocultar dos errores. Uno fue la anulación de la rueda de prensa de los técnicos porque ni Luis Enrique ni Pep Guardiola viajaron a Múnich, con lo que el otro finalista, el seleccionador de Chile Jorge Sampaoli pasó desapercibido.

El otro fue que en un momento en el que la FIFA atraviesa el momento más delicado de su historia, con muchos dirigentes, entre ellos su presidente Joseph Blatter, sancionados e incluso detenidos por corrupción, el camerunés Issa Hayatou, que ejerció de anfitrión, pasó de puntillas sobre este tema en su discurso de apertura de la gala.

Una cosa está clara: la ceremonia del Balón de Oro-2016 tendrá un nuevo anfitrión (la FIFA celebrará elecciones presidenciales el 26 de febrero). Otra cosa será el podio al Balón de Oro, que podría ser perfectamente el mismo que el de este año. Y si hay un jugador que podría colarse entre los tres finalistas es, tal como ha empezado la temporada, el uruguayo Luis Suárez. Es decir, que el gran ganador seguirá siendo la Liga española.

Lea también
Comentarios
Cargando...