El diario plural del Zulia

Luis Enrique, entre la tesitura de mayor dominio del balón o mayor verticalidad

Paradoja en Cataluña: Con el mejor ataque de la liga española, el Barcelona no muestra esta temporada su dominio habitual hasta el punto de que el estilo más vertical del técnico Luis Enrique está siendo cuestionado por los puristas de juego de pases antes de su enfrentamiento del domingo contra el Atlético de Madrid.

Contra el París SG en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, con una clamorosa derrota por 4-0, el Barça dejó en evidencia su falta de control en la zona que lo encumbró hasta lo más alto: el centro de campo.

Iniciado por el holandés Johan Cruyff (1988-1996), ejecutado perfectamente por Pep Guardiola (2008-2012), el juego de toque es imprescindible para los aficionados culés. Hay que ganar, cierto, pero hacerlo controlando el balón en el medio del campo y buscando espacios mediante pases cortos y combinaciones.

El trío "MSN" -Messi, Suárez-Neymar-, formado desde 2014, ha modificado el equilibrio del equipo, de tal manera que el equipo es el máximo goleador de la liga con 63 goles inscritos.

"Como en París, el gran déficit del Barça fue el medio campo, que no controló el partido. Ni armó juego ni contuvo los avances del rival. Se hace extraño ver al Barça sufrir tanto en la zona en la que ha fundamentado su excelencia durante estos años que empiezan a quedar atrás irremisiblemente", analizó el pasado lunes Alfredo Relaño, director del diario deportivo madrileño AS.

"Ese hundimiento del medio campo del Barça hace que las miradas se dirijan a Luis Enrique, que hace cambios y cambios sin resultado", prosiguió Relaño.

Desde la marcha de Xavi, 37 años, en 2015, sólo Iniesta intenta cubrir esa deficiencia, pero las lesiones del manchego no lo están permitiendo estar en su mejor estado de forma.

Thiago Alcántara tenía un perfil de toque, pero la entidad blaugrana lo dejó marchar en 2013 al Bayern Múnich. Mientras tanto, ni el croata Ivan Rakitic ni el portugués André Gomes, jugadores potentes pero menos creativos, no han logrado paliarlo.

- Dependencia de la 'MSN' -

Contra el París SG o el Leganés, el pasado fin de semana, el Barcelona demostró que depende sus tres jugadores de ataque, especialmente de Lionel Messi.

"Puntualmente, hay algunos encuentros en los que la posesión no tiene ninguna importancia porque los espacios ya están disponible y están en la otra parte del campo", había asegurado Luis Enrique a finales del pasado año.

Desde su llegada en 2014, con la idea de hacer un Barcelona menos previsible, el entrenador asturiano cosechó importantes victorias: ocho títulos de 10 posibles en tres años.

"Es verdad que no tenemos la pelota, que no somos reconocibles, pero antes teníamos unos perfiles de jugadores que no perdían tantos balones. Ahora no jugamos combinando tanto en el centro del campo", afirmó el lunes el defensa Gerard Piqué.

"Si jugásemos como hace seis años, los rivales te cogen la matrícula. Hay que evolucionar. A veces tenemos la fórmula y otras veces nos cuesta más, pero somos los primeros interesados en mantener la pelota", añadió el central.

Con unos centrocampista menos presentes, el portero y la defensa han empezado a arriesgar más a la hora de poner el balón en juego.

Los adversarios se han dado cuenta hasta el punto de que sus rivales intentan presionarles para que no el balón no llegue a su delantera de lujo.

Luis Enrique explicó que la parte positiva de esa presión es la apertura de espacios para que puedan lanzar su ataque.

El Barcelona, segundo en la Liga española, se medirá el domingo ante el Atlético de Madrid, cuarto, que necesita una victoria para mantenerse en los puestos que dan el billete a la Liga de Campeones.

Además, los 'colchoneros' intentarán resarcirse de la eliminación de la Copa del Rey a manos de conjunto catalán.

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