El diario plural del Zulia

Los siete equipos participantes del Mundial de Clubes

Después de encadenar tres títulos consecutivos en la Liga de Campeones, el Real Madrid tiene el reto de seguir haciendo historia con una tercera corona seguida en el Mundial de Clubes
Estos son los siete equipos participantes del Mundial de Clubes, que se disputa en Emiratos Árabes Unidos entre el 12 y el 22 de diciembre:

Real Madrid, ¿no hay dos sin tres?

Después de encadenar tres títulos consecutivos en la Liga de Campeones, el Real Madrid tiene el reto de seguir haciendo historia con una tercera corona seguida en el Mundial de Clubes.
Ningún equipo había logrado revalidar el título en el Mundial de Clubes desde la instauración de este torneo heredero de la Copa Intercontinental y el club 'merengue' lo consiguió el año pasado. Ahora tiene la posibilidad de ampliar todavía más su leyenda, aunque los últimos meses no han sido precisamente tranquilos en el Santiago Bernabéu.
Muchas cosas han cambiado en el Real Madrid desde su título mundial de 2017 en Abu Dabi y también desde la conquista de la Champions el pasado mes de mayo en Kiev contra el Liverpool inglés. Para empezar, la ausencia de su entrenador de entonces, Zinedine Zidane, y de su estrella de los últimos años, Cristiano Ronaldo.
En la actual temporada, el Real Madrid ha tenido un recorrido convulso, perdiendo la Supercopa de Europa contra el Atlético de Madrid en agosto en Tallín, y después con una irregular marcha en la Liga española, donde tocó fondo con la humillación del revés 5-1 en el Clásico en Barcelona el pasado 28 de octubre, un día antes de que el entrenador Julen Lopetegui fuera despedido.
Le sustituyó el argentino Santiago Solari, primero como interino y luego ya como técnico definitivo.
Tras encadenar cuatro victorias en sus cuatro primeros partidos en el cargo, el Real Madrid patinó el pasado 24 de noviembre con un 3-0 en contra en Eibar, aunque fue un tropiezo aislado y luego encadenó otras cuatro victorias, superando sucesivamente a Roma, Valencia, Melilla y Huesca.
En el cuarto puesto en la Liga española, clasificado para octavos de final en la Liga de Campeones y la Copa del Rey, el Real Madrid de Solari parece haber reconducido el rumbo y un título en el Mundial de Clubes podría suponer una necesaria inyección de confianza para afrontar la parte decisiva de la temporada española y europea, después de estos meses complicados.
El Real Madrid está acostumbrado a liderar el palmarés.
Es el club con más títulos en la Liga española (33) y en la Liga de Campeones europea (13). También en el Mundial de Clubes (3, los mismos que el Barcelona) y, teniendo en cuenta los logrados en la Copa Intercontinental, que desde 2017 tienen consideración oficial de títulos mundiales por parte de la FIFA, es el equipo con más coronas planetarias en el palmarés combinado, con 6, dos más que el segundo (Milan, con 4).
En el plantel blanco está un jugador que es talismán en Mundiales de Clubes: el alemán Toni Kroos, que junto al portugués Cristiano Ronaldo es el jugador que más veces (4) ha conseguido levantar el trofeo de campeón. CR7, ahora en la Juventus, no disputa esta edición, por lo que Kroos está ante una ocasión de oro para quedar en solitario al frente del palmarés.

River Plate, del Bernabéu a desafiar al Real Madrid

River Plate tocó la gloria el domingo en el segundo asalto de la 'Superfinal' de la Copa Libertadores, con su 3-1 sobre Boca Juniors en el Santiago Bernabéu, y ahora tiene el reto de destronar en el Mundial al titular de ese estadio, el Real Madrid.
Directamente de Madrid a Emiratos Árabes Unidos, los 'Millonarios' tienen la misión de conquistar ahora el mundo en su segunda participación en este torneo, después del año 2015, cuando acudieron a la cita en Japón y fueron claramente superados por el Barcelona (3-0) en la final de Yokohama, por un tanto de Lionel Messi y un doblete de Luis Suárez.
De lograrlo, River Plate alcanzará la gloria máxima por segunda vez en su historia, después de haber logrado levantar la Copa Intercontinental en el año 1986, entonces superando 1-0 al Steaua de Bucarest rumano.
En la Intercontinental, que enfrentaba al campeón de Europa con el de Sudamérica, River Plate fue además derrotado por 1-0 por la Juventus en 1996, por un gol de Alessandro Del Piero en la recta final.
Ya instantes después de conquistar la controvertida y convulsa Libertadores de este año en Madrid, la perspectiva del Mundial de Clubes planeaba sobre el equipo argentino, ante la inminencia del torneo.
"Afrontamos el Mundial como un paso más para quedar en la historia de River. Pero hoy y mañana dejadnos disfrutar", declaró entonces el central Javier Pinola en la zona mixta del coliseo blanco.
Una eventual final ante el Real Madrid se jugaría en Abu Dabi el sábado 22 de diciembre, pero antes de ello ambos equipos deberán superar las semifinales. En el caso de River, el martes 18 en Al Ain contra el vencedor del partido de cuartos que el sábado 15 juegan el Esperance de Túnez (campeón de África) contra el ganador de la ronda preliminar, que disputan el miércoles 12 el Al Ain (campeón de Emiratos Árabes Unidos) y el Team Wellington (campeón de Oceanía).
Boca Juniors, la víctima de River en la final de la Libertadores, comparte la cabeza del palmarés de la Intercontinental con el Real Madrid, cada uno con tres coronas, pero desde la instauración del Mundial de Clubes ningún equipo argentino consiguió proclamarse campeón.
Además de River Plate en 2015, lo intentaron sin éxito Boca Juniors (2007), Estudiantes La Plata (2009) y San Lorenzo (2014). En todos los casos, el equipo argentino superó su semifinal pero se estrelló ante la fortaleza del fútbol europeo en la final.
Un éxito de River Plate en Emiratos pondría fin a cinco ediciones sin título sudamericano en el Mundial de Clubes y cerraría con buen sabor un año 2018 que para el fútbol argentino estuvo marcado también por la decepción de la Albiceleste en el Mundial de Rusia, donde el equipo de Messi apenas llegó a octavos de final.

Chivas Guadalajara, la enésima oportunidad de México

El país que tiene el récord de participaciones con sus equipos en el Mundial de Clubes, México, acudirá una vez más a este torneo en busca de intentar llegar a su primera final, esta vez de la mano de Chivas de Guadalajara, que debuta en la competición.
En 13 de las 14 ediciones del Mundial de Clubes, todas salvo la de 2005, en la que el Saprissa de Costa Rica representó a la zona Concacaf, hubo un equipo mexicano, pero sin poder conseguir ningún campeón o subcampeón.
El tercer puesto ha sido hasta ahora el techo histórico de los equipos mexicanos en el torneo, con Necaxa en el 2000, Monterrey en el 2012 y Pachuca el año pasado (2017) como mejores representaciones.
En cinco ocasiones (2007, 2010, 2011, 2013, 2015), los clubes mexicanos no lograron ni siquiera superar su ronda inicial de los cuartos de final, algo que el equipo de Guadalajara intentará esta vez frente al campeón de Asia, el Kashima Antlers, el sábado 15 en Al Ain. En caso de ganar, esperaría en semifinales el Real Madrid, el miércoles 19 en Abu Dabi.
Para llegar al Mundial de Clubes, el Guadalajara consiguió conquistar su segundo título continental, después del ya lejano de 1962.
Fue de la mano del entrenador y exinternacional argentino Matías Almeyda, que unos meses después de ese éxito dejó el banquillo del equipo, que ahora ocupa otro técnico extranjero, el paraguayo José Saturnino Cardozo.
La presencia de estos entrenadores de fuera de México contrasta con la filosofía de Chivas de apostar desde el paso al profesionalismo por jugadores únicamente nacionales, en contra de la tendencia general y creciente de contrataciones de futbolistas de otros países para reforzar los planteles.
Esa particular filosofía le ha hecho ser comparado con otros clubes que también siguen principios similares, especialmente con el Athletic de Bilbao en España, que apuesta por futbolistas nacidos o formados en el País Vasco (español o francés) y en Navarra, u originarios de esas zonas geográficas.
El apodo de "Chivas", tan extendido y querido por los hinchas del equipo, se remonta a finales de los años 1940, cuando tras un mal partido un periodista calificó al equipo como un grupo de "chivas brinconas". Lo que inicialmente era un término peyorativo o despreciativo terminó siendo adoptado como propio y motivo de orgullo.
Las expectativas de Chivas en el Mundial de Clubes son una incógnita, después de que en el actual Torneo Apertura no lograra entrar entre los ocho equipos de la liguilla de la pelea por la victoria final.

Kashima Antlers, el regreso de todo un subcampeón mundial

En 2016, el Kashima Antlers hizo historia convirtiéndose en el primer equipo de Asia en jugar la final de un Mundial de Clubes: puso además entonces en serios problemas al Real Madrid, al que plantó batalla antes de perder aquella final ante el equipo español.
El equipo nipón jugó aquel Mundial de Clubes en calidad de campeón del país anfitrión, Japón.
En cuartos de final, el Kashima ganó 2-0 al Mamelodi Sundowns sudafricano y en semifinales pasó por encima del Atlético Nacional colombiano (3-0).
En la final de Yokohama esperaba el Real Madrid, un sueño hecho realidad para los aficionados japoneses, que vieron incluso cómo el Kashima se adelantaba 2 a 1 en la segunda mitad cuando Gaku Shibasaki firmó el segundo de sus tantos de aquella noche, pero Cristiano Ronaldo marcó poco después y el partido acabó los noventa minutos con 2-2 y fue a la prórroga. En ella, otros dos tantos del astro luso dieron el trofeo al Real Madrid, pero el Kashima Antlers se había ganado todos los honores por su gran resistencia y combatividad.
Esta vez, el Kashima Antlers afronta el Mundial de Clubes fuera de su país y con la vitola de flamante monarca de su continente, tras ganar en noviembre la primera Liga de Campeones de Asia de su historia, tras superar en la final al Persépolis iraní.
El club se fundó en 1947 en Osaka y se traslado en 1975 a Kashima. Durante cuatro décadas fue un equipo de aficionados ligado a una empresa metalúrgica, pero la contratación en 1991 del mito brasileño Zico le ayudó a dar el salto al profesionalismo, con la nueva liga japonesa instaurada en 1993.
Desde entonces es el equipo que de largo domina el palmarés de títulos de esa J-League, con 8 títulos, el último en 2016. También tiene en su palmarés cinco Copas del Emperador de Japón y dos Copas Suruga, entre otros éxitos, que le convierten en el club más laureado del fútbol de su país.

Esperance, en puertas de su centenario

Siete años después, el Esperance y Túnez regresan a un Mundial de Clubes, con el deseo de mejorar aquella experiencia de Japón-2011: entonces el equipo norteafricano, que está ahora a punto de cumplir su centenario, perdió sus dos partidos y quedó en sexta -penúltima- posición.
En ese Mundial de Clubes, el Esperance cayó en cuartos ante el Al Sadd catarí que entonces entrenaba el uruguayo Jorge Fossati y luego perdió el choque por el quinto puesto contra el Monterrey mexicano.
Era la segunda vez que un equipo tunecino disputaba el Mundial de Clubes.
La anterior se había dado en 2007, también en Japón, y entonces el Étoile du Sahel había tenido mejor suerte, ya que superó los cuartos al vencer 1-0 al Pachuca mexicano, antes de caer por idéntico resultado en semifinales contra el Boca Juniors argentino. Por el tercer puesto, los tunecinos perdieron entonces en la tanda de penales ante el Urawa Red Diamonds japonés.
El Esperance tendrá por lo tanto la misión en este 2018 de pasar la página de lo demostrado en 2011 y seguir los pasos de sus compatriotas de 2007, superando al menos los cuartos de final.
África ha conseguido hasta ahora colocar por dos ocasiones a uno de sus representantes en la final del Mundial de Clubes, pero no pudo levantar el trofeo de campeón: el Tout Puissant Mazembe de la República Democrática del Congo abrió el camino alcanzando la final en Emiratos Árabes Unidos, donde cayó ante el Inter de Milán italiano, y en 2013 el Raja Casablanca marroquí perdió en su país frente al Bayern de Múnich alemán en el duelo decisivo.
El Esperance es el club más laureado del fútbol tunecino, liderando el palmarés de su liga con una gran ventaja, gracias a sus 28 títulos. En el fútbol continental ha sido tres veces campeón de África (1994, 2011, 2018).
Su título de la Champions africana de este año llegó en una final con mucha emoción: el Esperance había perdido 3-1 en la ida ante el Al Ahly egipcio, pero pudo remontar con un 3-0 en la vuelta en el estadio de Rades.
Una gran actuación en el Mundial de Clubes llegaría apenas unos días antes de que el equipo celebre el centenario de su fundación, que se produjo de manera oficial con el registro del equipo el 15 de enero de 1919. Su nombre se debe al establecimiento comercial donde fue fundado, el Café de l'Espérance del barrio popular de Bab Souika.

Wellington, fin a la 'era Auckland'

En las siete últimas temporadas, Oceanía había estado representada en el Mundial de Clubes por el Auckland City, pero en esta ocasión el equipo que acude al torneo será otro neozelandés, el Team Wellington.
Tras tres subcampeonatos, el Wellington pudo por fin terminar con la hegemonía de sus compatriotas, al que superó en las semifinales.
Los equipos de Oceanía han sido tradicionalmente unas de las 'Cenicientas' de la competición, aunque en 2014 el Auckland consiguió el mayor éxito de su continente al acabar tercero en la edición disputada en Marruecos, donde puso además en serios apuros en semifinales al San Lorenzo argentino.
Ese será el modelo a seguir por el Wellington, que arranca el miércoles contra el Al Ain local en la ronda preliminar, en busca de un billete para jugar los cuartos contra el Esperance tunecino.
Si el Auckland ha tenido en sus siete años anteriores en el Mundial a un técnico español, Ramón Tribulietx, el Wellington cuenta con un inglés de origen español, José Manuel Figueira.
Entre las figuras del Wellington está un jugador argentino, Mario Barcia, de 29 años y una de las piezas clave del plantel.
"Obtener la Champions de Oceanía y así la clasificación al Mundial de Clubes fue algo único, una sensación inolvidable, uno de los momentos más importantes de mi carrera. Va a quedar en mi corazón para el resto de mi vida", dijo Barcia en una entrevista con la AFP en los días previos al debut mundialista.

Al Ain, el equipo de casa

El equipo Al Ain, invitado como representante del país anfitrión, tendrá la suerte de comenzar el torneo en su estadio, donde intentará emular la gran actuación de su compatriota Al Jazira en la edición del Mundial de Clubes del año pasado.
Entonces, el Al Jazira dio la gran sorpresa al superar dos rondas, primero en el choque inaugural al Auckland neozelandés (1-0) y luego en cuartos al Urawa Red Diamonds japonés (1-0). En semifinales llegó incluso a adelantarse al todopoderoso Real Madrid con un gol del brasileño Romarinho, pero el campeón de Europa remontó después ese partido con tantos de Cristiano Ronaldo y Gareth Bale, el último de ellos ya en el minuto 81.
Esta vez, el sorteo del pasado mes de septiembre determinó que el equipo representante del país anfitrión no cruce sus caminos con el Real Madrid, que vuelve a participar en el torneo, hasta una eventual final.
El Al Ain, fundado en 1968 por un grupo de estudiantes bareiníes y de jóvenes de la comunidad sudanesas desplazada a Emiratos, es el club más laureado del fútbol de su país.
Es el club que ha ganado más ligas del país (13) y el único que ha ganado el título en la Liga de Campeones de Asia, en 2003. En el gran torneo de su continente alcanzó en otras dos ocasiones la final, pero las perdió (2005, 2016).
El plantel actual está compuesto en su mayor parte por jugadores locales, pero con varias aportaciones extranjeras, entre ellas la del joven brasileño Caio (24 años), que antes de esta aventura había destacado en el fútbol japonés, principalmente en el Kashima Antlers, otro equipo participante en este Mundial.
Dirige desde el banquillo el entrenador croata Zoran Mamic, exjugador internacional que formó parte del equipo que fue tercero del Mundial de Francia-1998.
Es hermano de Zdravko Mamic, el controvertido exdirigente del Dinamo de Zagreb, con el que ha sido condenado judicialmente en Croacia por daños económicos al Dinamo y evasión fiscal. Tanto él como su hermano viven ahora fuera de Croacia.
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