James sufre en Munich por el fantasma de Zidane
En víspera de una nueva jornada de la Bundesliga, James Rodríguez se encuentra en el foco de los reflectores por su escasa participación en el Bayern de Nico Kovac. El colombiano parece reeditar su sufrimiento con Zinedine Zidane en sus tiempos en el Real Madrid.
El gigante alemán viene de una semana atípica por lo convulsa. Perdió en liga con el Hertha de Berlín y después igualó en casa ante el Ajax en la Champions. En estos dos partidos Niko Kovac mantuvo a James como una pieza casi que accesoria. En el primero le quitó del campo cuando ya perdían y quedaban 20 minutos para intentar la remontada. En el segundo le dejó en el banquillo, haciéndole saltar al césped mediada la segunda mitad, cuando el duelo ya estaba bastante cuesta arriba.
Reportes del Bild revelaron que James estalló en el vestuario contra su entrenador, algo que el técnico ni confirmó ni desmintió en su rueda de prensa previa al partido de hoy ante el Borussia Mönchengladbach, según una nota de Marca, en la que se destaca que Kovac insiste en que “James es un jugadorextraordinario", pero matiza que “no puedo jugar con 12”. Además sí reconoció que “había jugadores decepcionados por no jugar”.
El entrenador, en la versión del diario deportivo madrileño, asegura que quiere a futbolistas frescos y por eso hace todas estas rotaciones, pero el trasfondo no parece tan claro. Se palpa la tensión entre la plantilla y Kovac, y aún más entre James y su entrenador. El colombiano salió muy molesto tras el empate ante el Ajax. De hecho abandonó las instalaciones del Allianz a los 10 minutos de haber acabado el encuentro sin hacer declaraciones.
Por eso el encuentro ante el Borussia Mönchengladbach tiene muchísimo morbo. Pase lo que pase, va a haber comentarios. Primero, se supone que tras haberle dejado en el banquillo, James debe ser titular. Lo contrario tiraría abajo cualquier teoría de las rotaciones defendida por Kovac. Lo segundo, ver si por fin tiene al colombiano los 90 minutos sobre el terreno de juego, algo que no ha hecho hasta ahora. Lo tercero, James tiene la presión de hacerlo otra vez muy bien para demostrar, una vez más, que debe ser indiscutible en este Bayern, algo que sí era con Heynckes, reseña Marca.
