¿El mejor, el más útil o el más valioso?
Vuelve la eterna diatriba sobre el Jugador Más Valioso, potenciada por la presencia de tres estupendos candidatos que atizan la discusión entre los aficionados y en los medios de comunicación.
El estadounidense Delmon Young y los grandeligas venezolanos Franklin Barreto y Willians Astudillo parecen acaparar las preferencias, a poco de cerrar el plazo para entregar las planillas de votación. Son dueños de brillantes numeritos. Hay razones muy justificables para apoyar a cualquiera de los tres.
Young igualó el récord de 19 jonrones para un importado en la LVBP. Tuvo el mejor slugging (.567), fue el máximo empujador (52) y anotador (41), mientras dejaba promedios de .294/.341/.567 y brillaba con Magallanes de punta a punta. De hecho, prácticamente duplicó a su más cercano perseguidor en el total de cuadrangulares y nadie igualó sus 31 extrabases.
Astudillo ligó para .328/.375/.504, con 10 bambinazos (fue escolta del gigantón de los bucaneros, a quien también siguió con 46 impulsadas), fue tercero en extrabases, cuarto en slugging y quinto con .880 de OPS.
Barreto puso promedios de .352/.417/.528, lo que le dio .944 de OPS, el segundo más sobresaliente del torneo. Apartando el promedio de bases alcanzadas, que no fue malo, resultó superior a sus pares en los demás.
Son bateadores de características distintas, lo que hace más complicado elegir. Es verdad que algunos ya lo han hecho, aplicando el manido tamiz de apelar a sus equipos, planteando el supuesto de que el norteamericano tenía más compañía en el lineup y que la nave llegó a buen puerto con mayor facilidad que los demás, mientras que Tigres y Caribes habrían quedado irremisiblemente eliminados sin el concurso de sus dos estrellas.
Esto no pasa de ser una especulación. ¿Quién asegura que los Navegantes habrían llegado a enero sin Young? Es imposible saberlo. A lo mejor los tres clubes quedaban fuera sin el aporte de este trío, a lo mejor no.
Es imposible saberlo. Y porque es algo totalmente subjetivo, este columnista prefiere dirimir está discusión tratando de precisar cuál es el mejor de todos, para darle el voto a ese.
El nombre mismo del premio, que se presta a la diatriba, no es óbice para elegir según las propias convicciones: ¿es el más valioso por sus números o por su supuesto carácter imprescindible? De ambas maneras se es valioso y de ambas maneras se vota, algunos pensando en el más útil y otros en el mejor.
En nuestra pelota faltan herramientas para poder elegir con mayor ecuanimidad y ayuda poco que seis de ocho clasifiquen a los playoffs.
Además, en esta discusión ha quedado fuera Harold Ramírez, posiblemente porque faltó buena parte de diciembre. Y ojo con él, que fue primero con .381 de average, también con .459 de OBP, fue segundo con .556 de slugging y fue líder con 1.066 de OPS. ¿Cómo se puede obviar algo así?
No es gratuito que ellos cuatro y Harold Castro, otro “postulable” de excepción, hayan sido los únicos por arriba de las 40 carreras creadas. En verdad hay grandes candidatos esta vez.
Al final, la discusión se centra en una premisa muy simple: si pudiera escoger a uno entre todos, para ponerlo en su lineup personal, sin importar sentimentalismos ni uniformes, ¿a quién escogería?. Ese, precisamente, es el Más Valioso.
