El inicio de una nueva era
La edición 67 del Juego de las Estrellas de las Grandes Ligas tiene varios puntos interesantes que engloban a los venezolanos. Dos temas que saltan a la vista al ver la lista de convocados al clásico de mitad de temporada son los ochos criollos, que igualan la máxima cantidad en la historia del evento (2014), y el fin de la era de grandes luminarias nacionales como Miguel Cabrera, Félix Hernández y Carlos González.
El padre tiempo parece no haber tenido compasión con ellos. De un momento a otro, lo que en principio eran batazos y grandes labores sobre la lomita, de pronto se convirtió en un declive de la línea productiva de los principales toleteros del país, como “Miggy”, “CarGo” y Víctor Martínez, así como en inefectividad desde el morrito, como ocurrió con el “Rey” y Francisco Rodríguez.
Lo que pudo ser una catástrofe ante la caída de Cabrera como principal gura del país, José Altuve emergió como el “Pequeño Gigante” para elevar el estandarte nacional y fungir como el líder de esta nueva camada. Un comandante distinto a los anteriores, su habilidad para conectar imparables e inteligencia para jugar béisbol son su marca de fábrica, aunque su versatilidad para hacer daño con conexiones de todos los calibres está presente.
Junto a Altuve, Wilson Ramos, Willson Contreras, Gleyber Torres, Salvador Pérez, Eugenio Suárez, Felipe Vázquez y Jesús Aguilar fueron los elegidos para estar presente en el Juego de Estrellas, además de Javier Bracamonte, cátcher de bullpen de los Astros de Houston.
“Es divertido”, dijo “Astro boy” sobre jugar en el All Star Game. “Estás jugando, pero miras a tu alrededor porque lo estás haciendo con todos esos grandes nombres”.
Los titulares
En la Liga Americana son cuatro los venezolanos que estarán en el equipo. Altuve lo hará como titular y será su sexta participación, también comenzará el compromiso en la alineación titular Ramos.
En la Liga Nacional, el único nacido en Venezuela en alzarse con la titularidad por recibir el apoyo del público fue Contreras, quien de manera sorpresiva terminó con la hegemonía que tenía Buster Posey entre los receptores.
Los suplentes
En el joven circuito, el novato Torres se ganó su puesto gracias al apoyo de sus colegas y tras el extraordinario rendimiento que ha mostrado en su incipiente carrera en el máximo nivel de mundo. El caraqueño estaría disponible para jugar a pesar de las molestias en la cadera derecha.
“Salvy” fue destronado por su compatriota Ramos. El careta de los Reales de Kansas City va a su sexta edición del encuentro que divide la zafra en dos. En la Nacional, el antesalista Eugenio Suárez, de los Rojos de Cincinnati, estará en la reserva, mientras que el zurdo Felipe Vázquez, de los Piratas de Pittsburgh, elevará el nombre de nuestro país a lo más alto desde el bullpen.
El último integrante de esta constelación fue el poderoso inicialista Aguilar. El maracayero se alzó con el honor de ser la octava estrella criolla, las mismas que tiene la bandera, al ganar la puja por el último lugar en el voto final.
El maracayero sumó 20.229.498 sufragios para superar ampliamente a contendientes del calibre de Brandon Belt, Matt Carpenter, Max Muncy y Trea Turner. La cifra es escandalosa, al punto de ser la segunda más alta en la historia de esa elección, solo superada por los 20.819.242 alcanzados por Justin Turner en 2017.
Nueva historia
De los ochos integrantes del contingente de 2014, solo Altuve y Pérez estarán presentes en esta edición. “KRod”, “V-Mart”, Henderson Álvarez, el “Rey”, “Miggy” y Miguel Montero están en pleno declive de sus carreras y en lo que luce como el inicio de una generación muy prometedora.
Torres, Aguilar, Suárez, Contreras y Vázquez son el futuro inmediato del país en cuanto al béisbol se re ere. Pérez, el “Pequeño Gigante” y Ramos son realidades ya consagradas y que proyectan fungir como base, pero detrás se asoman prospectos talentosos que hoy están ausentes, como Ronald Acuña Jr., Franklin Pérez y Keibert Ruiz, por nombrar a un trío.
El martes se cantará la voz de play ball en el Washington Park, donde el fin de una era y el inicio de otras se hará mucho más notable.
