El diario plural del Zulia

Campeón en casa

“Voy a traer la medalla de oro para Venezuela”, fue el compromiso del zuliano Leonardo Acosta Romero, hace dos semanas, antes de emprender viaje rumbo a la gélida Austria, donde se realizó el Mundial de Invierno de Olimpiadas Especiales. Leonardo no lanzó promesas al aire. Él las cumplió y con creces.

El joven nativo del municipio Mara subió al podio en tres oportunidades y retornó a su tierra con una presea de oro en los 100 metros caminata sobre nieve, una de plata en el relevo 4x100m y otra de bronce en los 200m caminata sobre nieve. “Leo” regresó a casa como todo un campeón, uno que le ganó la batalla a la nieve, una superficie que nunca antes había conocido, y superó, con la calidez zuliana en sus genes, a rivales acostumbrados al invierno.

Ninguna de las trabas que se encontró en el camino mermaron sus ganas de sobresalir. Emotivo recibimiento Su llegada al aeropuerto internacional de La Chinita estuvo cargada de mucha emotividad y felicidad por parte de sus familiares, amigos y allegados. Con el puño arriba, como el vencedor que es, Leonardo llegó acompañado por la entrenadora Cruz Mila Valbuena y saludó a todos los que esperaron con pancartas, pitos, gritos de alegría y algarabía para recibirlo.

La chispa de orgullo en la mirada de sus padres, Danilo Acosta e Isleida, iluminó gran parte del momento y los abrazos y felicitaciones también abundaron. “Fue una experiencia maravillosa. Me siento orgulloso de ser venezolano y de pertenecer a Olimpiadas Especiales Venezuela”, fueron las primeras palabras del joven de 25 años, quien confesó además sentirse muy cansado por el largo viaje de retorno. El abrumador entusiasmo por los logros de Leo se trasladó, en caravana, hasta su hogar.

La primera parada fue en el Centro de Alabanzas Oasis Mara, donde la comunidad alzó oraciones y agradecimientos a Dios por la actuación de Leo. “No tengo palabras”, dijo el atleta visiblemente emocionado ante más de 50 personas que se abocaron a darle la bienvenida en el centro cristiano. “Dios me dio la fortaleza para competir.

Fue muy dura la competencia pero con su ayuda se cumplió su mandato”, afirmó Leo. El cuarto hijo de Danilo e Isleida reconoció que aunque viajó confiado en obtener un buen resultado, nunca imaginó que la recompensa sería tan gratificante.

“Nunca pensé que iba a llegar tan lejos. Más de lo que tenía planificado. Habían muchos competidores y la competencia no era fácil”, expresó con la serenidad y la pureza que lo caracteriza. “Es un orgullo muy grande para toda la familia”, añadió con una sonrisa en su rostro José Antonio, uno de los hermanos mayores de “Leo”.

Hogar dulce hogar La celebración terminó en casa de la familia Acosta Romero con una comida típica para agradecer a los presentes. Antes de irse a descansar, “Leo” recordó el buen ambiente del equipo venezolano, que totalizó 13 medallas, y la relación con el resto de competidores. “Conocí varios compañeros, más que todo de Costa Rica. La relación del equipo venezolano fue maravillosa, es una experiencia que nunca olvidaré”.

El medallista marense aún no decide dónde colocará sus preseas. “Pesan demasiado” bromeó. Inclusión El campeón mundial de invierno además de pertenecer al programa de Olimpiadas Especiales Subregión Guajira, es el vocero de la Escuela Laboral de Mara, lugar donde personas con discapacidad intelectual reciben la atención necesaria para su desarrollo. José Chávez, director de la institución y promotor de Olimpiadas Especiales en el Zulia, explicó que como “Leo” hay unos 300 atletas en Mara que buscan no solo participar en este tipo de eventos, sino la inclusión en la sociedad.

“Las personas con discapacidad nos llevan a meditar mucho de que es posible romper barreras. No hay que sentir lástima por su condición sino brindarle oportunidades”, acotó. “El Gobierno se ocupa de otras cosas en vez de dedicar más tiempo a muchachos como él. Es un orgullo para Venezuela”, fue un pensamiento en voz alta de un caballero que estaba en la terminal aérea cuando Leonardo arribó.

Precisamente ni el gobierno municipal ni el regional colaboraron económicamente con los gastos del viaje de Leo. Ambos entes se comprometieron a reponer parte del total (Bs. 1 millón 300 mil por atleta), pero aún no han cumplido. Mientras tanto Leonardo tendrá unos días de merecido descanso para luego retomar sus entrenamientos con la meta más que clara: repetir la proeza de Austria pero en Dubái, donde en dos años se realizará el próximo Mundial de Olimpiadas Especiales. 

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