El diario plural del Zulia

Bencomo Jr. y su caso de dopaje tienen otra realidad

La última pieza en el rompecabezas calzó cuando la LVBP dio a conocer el resultado del examen: el derecho consumió drostanolona. Un esteroide anabolizante

Omar Bencomo Jr. dominó a los bateadores esta temporada. No es casualidad. Él y su padre Omar igualan a Urbano Lugo y Urbano Lugo hijo como las parejas vástago-progenitor con más triunfos en la historia de la LVBP. Por años ha sido un abridor consistente de los Bravos. Y esto no es retórica: su vida sí está en peligro, reseñó El Emergente.

Bencomo fue suspendido por incumplir la política antidopaje de la pelota venezolana. El lanzador admitió su falta y aceptó el castigo. Hace cinco años fue operado de emergencia, víctima del hampa, perdió un riñón y parte del colon. Se salvó por poco, para convertirse en ejemplo de cómo alguien puede sobreponerse a los peores obstáculos y vencer.

Pero hay algo grave que todos, especialmente él, deben conocer. Eso que tomó puede estar matándolo, con o sin su conocimiento.

La lucha contra el uso de sustancias prohibidas en el deporte busca, antes que el juego limpio, preservar la salud de los atletas.

Bencomo declaró por escrito y a viva voz que la causa de su dopaje fue uno de los medicamentos que debe tomar por su condición de persona con solo un riñón, un relajante que requiere tras cada jornada.

La última pieza en el rompecabezas calzó cuando la LVBP dio a conocer el resultado del examen: el derecho consumió drostanolona. Un esteroide anabolizante.

Repasamos fuentes documentales, ante la duda; los esteroides a menudo causan un efecto completamente distinto a la relajación. Ex peloteros como Jay Canizaro y Ken Caminiti aseguran que su alcoholismo comenzó así, pues necesitaban beber para poder conciliar el sueño, debido a la energía que proveen los anabolizantes.

La drostanolona fue usada hace décadas contra el cáncer de mama. Ya no, y no es empleado en casos de insuficiencia renal, nos aseguran cinco médicos especialistas de distintas áreas que consultamos.

El químico se emplea en el fisicoculturismo. No es el agente favorito para la formación artificial de musculatura, pero es muy usado.

Puede emplearse para la formación de músculo o hueso en muy determinados tratamientos, derivados del raquitismo y problemas alimenticios. Pero tiene efectos colaterales que alertan a los médicos que consultamos y que ponen en alerta al menos a dos ejecutivos de la liga con quienes conversamos sobre esto.

“El uso de forma constante de drostanolona puede generar lesiones renales, lo que me hace difícil pensar que un urólogo o nefrólogo se lo haya prescrito”, nos dijo un especialista en medicina deportiva. “No se utiliza para patologías renales. Peor aún, su efecto puede ser contraproducente para una persona con un solo riñón, porque los esteroides generan daño glomerular. No viene mezclado con nada, así que no hay posibilidad de consumirlo en un producto ‘post work’. No hay duda de que se dopó”.

Nadie está más interesado en vivir que uno mismo. Caben entonces tres opciones, como comentábamos con un oficial de la LVBP: el pitcher sabe lo que está tomando y está arriesgándose a morir, al destruir su único riñón; o alguien le recomendó una sustancia que está matándolo poco a poco. En ambos casos, es muy grave.

La lucha antidopaje es un asunto de salud pública. Bencomo tiene que ser informado sobre lo que está haciendo. Su vida está mucho más en riesgo que en el caso de cualquier atleta normal que consuma esteroides.

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