El diario plural del Zulia

¡Ataque despiadado!

El béisbol está evolucionando indudablemente turno a turno, la competencia va cambiando a medida que mejora el análisis del juego y surgen nuevas alternativas para ser más eficaz tanto ofensiva como defensivamente; sin embargo, la esencia sigue siendo la misma: anotar más carreras que el rival.

El aspecto tradicional de este deporte sigue ejerciendo un peso importante, pero año a año las nuevas tendencias van marcado la diferencia entre el éxito o el fracaso.

El estudio avanzado de las estadísticas ha generado movimientos que para muchos resultan radicales, como para otros son efectivos, de hecho, hoy por hoy los shift defensivos se han vuelto algo tan cotidiano como hit. En este sentido, algunos mánager de Grandes Ligas han optado por darle una nueva visión al orden en su alineación.

La opción de utilizar al principal toletero del equipo entre los dos primeros puestos del lineup comienza a ser una tendencia en las Mayores, por lo que ahora podemos observar a Anthony Rizzo, con los Cachorros; a Joe Mauer con los Mellizos; a Adam Rosales, con los Atléticos; a José Bautista, con los Azulejos; a Giancarlo Stanton, con los Marlins; y más reincidentemente a Miguel Cabrera, entre los dos primeros bateadores de sus novenas.

“Ahora muchos equipos están tratando de aprovechar al bateador con mejor porcentaje de embasado para tratar de caer adelante en el juego y sacarle ventaja a eso, pero habrá que revisar qué registro tienen esos equipos cuando anotan primero que el rival, de lo contrario lo considero un experimento”, manifestó a Versión Final, Lipso Nava, mánager de las Águilas del Zulia en la LVBP y coach de bateo de la sucursal Doble A (Richmond) de los Gigantes de San Francisco.

Poder desde el playball

En el llamado “libro de la vieja” se dice que la velocidad y contacto están por encima de un gran porcentaje de embasado (OBP). El poder no es importante, y el OBP es tomado en cuenta, pero está por detrás de la velocidad.

Actualmente hay estrategas que le dan prioridad al OBP, y si a su vez existe un bateador que pueda combinar su habilidad de mantenerse constantemente en circulación con su poder, ¿por qué perder la oportunidad de iniciar el juego anotando carreras?

¿Y qué pasa con la velocidad? Normalmente la parte superior del orden al bate va a estar llena de bateadores de potencia, por lo que la rapidez del primer toletero no sería un aspecto que marque la diferencia.

Joe Maddon, mánager de los Cachorros de Chicago, ha sido uno de los más afectos a las nuevas tendencias, razón por la que optó con Rizzo, su principal slugger, como el primero al bate.

Rizzo batea .333 con un OBP de .413, además de 11 remolcadas y 9 anotaciones en sus 12 encuentros como primer bateador de los Cachorros, en ese lapso el equipo tiene marca de 7-5 con un promedio de 5.3 carreras por encuentro.

“Obviamente no estoy de acuerdo con eso, lo que pasa es que hoy en día le está saliendo bien a Maddon y entonces se ha vuelto una tendencia. El resto creo que están tratando de experimentarlo”, manifestó Oswaldo Guillén, quien es hasta ahora el único piloto latinoamericano que ha ganado un título de Serie Mundial.

Guillén, un defensor a ultranza de la vieja escuela, no le seduce mucho la idea de apostar por un slugger en los primeros lugares del lineup.

“Basado en el béisbol que yo conozco, el que me ensañaron, a mí me gusta un primer bate al viejo estilo, que tenga un buen porcentaje de embasado y buena velocidad. Yo prefiero que un bateador como Rizzo, por ejemplo, me llegue al plato con corredores en base y poder aprovechar sus características como bateador. De hecho solo será primer bate abriendo el juego”.

Buscando respuestas

Tratando de conseguir una reacción John Gibbons, mánager de los Azulejos, movió a Bautista al primer puesto. Durante los últimos cinco encuentros ligó de 21-8 con cuatro producidas, cinco anotadas y Toronto juega para 2-3.

Stanton es un prototipo de cuarto bate, posiblemente ese sería su puesto en cualquier otro equipos; sin embargo, con los Marlins viene siendo utilizado como segundo bateador. Es ese puesto su OBP es de .390 con 24 anotaciones, nueve vuelacercas y 18 fletas en 30 partidos, en los que Miami muestra un récord de 18-12.

Previo a estos, como cuarto toletero, su OBP fue de .332, con 23 rayitas, 11 estacazos, 30 traídas al plato y los Marlins jugaron para 15-28.

Brad Ausmus, estratega de Detroit, optó por colocar a Cabrera como segundo toletero, por primera vez desde 2004, como una medida desesperada de salir del mal momento en que está su equipo y el slump del bateador más consistente de esta era.

“Simplemente es una mezcla a ver qué pasa”, dijo Ausmus. “No sé si hay alguna lógica detrás de esto, sólo espero que cambie su suerte”. Cabrera refleja un average de .262, con 26 anotadas y 34 impulsadas esta campaña, pero apenas batea .213 en sus últimos 20 desafíos. “Tal vez también cambie su suerte”, apuntó Ausmus. “Ha conectado algunas buenos batazos sin ningún resultado. Veremos si tiene algún impacto ahora”.

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