El diario plural del Zulia

Tres niños han perdido los González en la Guajira

Los padres de los pequeños Ligia (7 meses) y Jaibel (2 años) no cuentan con recursos económicos y lo poco que encontraban era para alimentar a los niños, que finalmente murieron en el Hospital Adolfo Pons de Maracaibo por desnutrición.

Comparten la vivienda ubicada en Wayamulisirra, municipio Guajira, con la mamá, hermanos, primos y tíos de la pareja, un total de 20 niños y 15 adultos. Algunos están desempleados, como es el caso del progenitor de los infantes, Javier González.

Entre lágrimas, el padre contó que “marañaba” como mototaxista, cuando su padre le prestaba la moto. “No cuento con un empleo fijo ni mucho menos con apoyo de alguien. Este es el tercer hijo que perdemos: la primera que murió hace tres años no fue por desnutrición sino que se complicó con fiebre y murió; después estos sí fueron por hambre porque no es fácil vivir aquí”, afirmó el afligido hombre.

En la residencia de los González, en la vía hacia Cojoro, a escasos metros de la carretera, hay niños, jóvenes y adultos, que se devoran la poca comida que consiguen. La abuela, matrona de los González, sale y con lágrimas expresa el dolor que le causó la muerte de sus dos nietos. Es sordomuda, pero con gestos se manifestó.

Olga tiene 26 años y en su rostro se muestra el dolor de la pérdida de tres hijos. “La falta de empleo y la miseria en nuestro hogar acabó con la vida de los pequeños”, dijo entre llanto.

Durante la visita a la casa de los González llegó la ayuda. Aunque tarde, los González en medio de su dolor reciben alimentos por parte de los integrantes del Comité de Derechos Humanos de la Guajira. Alimentos de la cesta básica, donados por los comerciantes del mercado Los Filúos que saciarán su hambre, llenarán su estómago, pero jamás borrarán lo vivido por la difícil situación económica que los afecta.

José David González, coordinador de Derechos Humanos (DD. HH.) de la Guajira, fue el encargado de llevar insumos a los afectados. Destacó que “es poco lo que podemos hacer, ya que las autoridades del Gobierno son quienes deberían abocarse”.

Unas lápidas de cemento describen el horror de la familia González. Están ubicadas al lado de la casa donde viven todos. Allí fueron enterrados Ligia y Jaibel.

Lea también
Comentarios
Cargando...